como los monos de gibraltar

jueves, 4 de marzo de 2010

Minutos musicales (Teatro musical de la TOHO)



La TOHO, estudio icónico donde lo haya de la cosa japo, realizó durante un periodo más o menos largo una serie de películas musicales a medio camino entre el teatro de variedades, la película histórica y el musical de bollywood. Esta canción,"Romance en el camino", cantada por Chiami Eri reviste una espectacular bizarrez que he querido compartir con vosotras. A mí es que los japoneses me descolocan, su capacidad para integrar conservando es un tema que estoy intentando comprender. Aviso, a lo mejor hago una serie de esto.
Tome nota Sr. Superwoobinda, que usted es el experto en la cosa nipona...

4 comentarios:

Haciendo Amig@s dijo...

Una serie de especiales sobre musicales exóticos sería maravilloso. Es todo un mundo de sonidos desquiciantes e imágenes que se te quedan grabadas en la retina como hierros al rojo. Tentado estuve de adentrarme en la selva del cine musical de otros inframundos cuando buscaba vídeos de cine tamil para la sección religión pop (esos videoclips de dioses gigantes peleándose al ritmo de alegres cancioncillas bailables...), pero es que la tarea requiere un valor y una paciencia que reconozco me falta.

Pero si alguien se siente capacitado que se anime, que es un tema que lo merece.

Superwoobinda dijo...

No estoy muy curtido en el cine musical japonés, la verdad. Pero sé que la Toho (y la Shintoho, escisión del estudio madre debido a huelgas que palmó en el 61) tienen películas inencontrables de estas a principios del siglo pasado sobre temas de zoantropía, que es algo muy arraigado en las leyendas populares: Kuronekos (mujeres gatos) y demases. Algunas sobre castores cantarines, de las que hasta llegaron hacer pelis que (como sería lo lógico) no eran jidaigeki, ya que la ocupación yanki delimitaba a un numero determinado la producción de estas porque decían que fomentaban el espíritu feudalista, en la que los bichos de marras estaban contra fabricas de tala de arboles. De hecho algo de esas pelis hay en Princess Raccoon del venerable Seijun Suzuki, la que le recomiendo paca, que es un delirio kitsch de tomo y lomo. Y bueno, Suzuki también tiene un musical Yakuza con colorinchis y escenografía acojonante en Tokyo Drifter. Aparte, casi todos los Pinky Violence, suelen tener actuaciones musicales de artistas invitados, y entre medio o por norma gneral al final, acabar con una canción cortesia de la protagonista o alguna actriz del reparto que fuera cantante. De hecho la gran mayoria de actores de nipones de los 60 y 70 cantaban, desde las estrellas de acción de la Nikkatsu a las pivitas monas de la Toei. Pero vamos esto no es que sea nada raro, ya que lo de actores/cantantes es algo mundial de aquellas décadas. De hecho yo estoy convencido de que la industria discográfica se está yendo al garete, no por las descargas ni por su puta madre, sino porque se ha perdido la tradición de que la cantante de marras haga una doble portada del LP enseñando las tetas. Que si no te gusta el disco al menos tienes para paja, joder. Esto y que no hayan poster de tías en pelotas a doble pagina en la prensa escrita (así está el ramo) es síntoma de la mierda de tiempos en los que vivimos.

Amiga, dele un vistazo al delirante Shaw titulado The Boxer's Omen (que acabo de colgar en Ultraguro. Toma, cuña publicitaria). Aparte de todo el rollo de religión Pop con magia negra budista, al final tiene una lucha con diosas maléficas revividas para mear y no hechar gota. Una psicotronía fetén.

También tengo pendiente de colgar tres musicales de fantaterror bollywodiense de los Ramsay Bros que no tienen desperdicio ninguno.

paca dijo...

Uah! Precisamente de esto es de lo que hablaba, usted es el experto.
Los japoneses en su cultura popular están constantemente refundando su espíritu nacional y su diferencia.
Estoy apenas empezando a revisar una ingente cantidad de producciones desde teatro hasta tebeos, pero todas en clave B.
El bajo presupuesto japonés es sencillamente un tesoro antropológico de primera categoría, se puede saber más de los japoneses y de Japón a través de su cine, novelas y música pulposas que vía textos académicos.
Por cierto me ha traído a la memoria una de Ghibili; sobre mapaches travestis ecologistas cabreados; "Heisei Tanuki Gassen Pompoko" dirigida por Isao Takahata que me vi con 13 años que recuerdo con un flipe estratosférico, y eso que la vi en francés y no me entere un pijo.

Le echaré un ojo a sus recomendaciones, se lo vuelvo a decir sus páginas dan gloria de verlas.

Sr. Haciendo Amig@s, lo que se dice capacitada no me siento... la verdad... pero si se me ocurre algo mientras veo cosas las colgaré.

Anónimo dijo...

Si es que, qué gente más rara: me voy a leer a Ángeles y demonios y a bailar a la disco.