como los monos de gibraltar

viernes, 12 de marzo de 2010

PINKU!



El género Pinku Eiga, que su traducción sería algo así como cine rosa, es lo que vendría a ser el trasunto de la celtibérica Clasificación S y del mundial Sexploit. En general ampara de manera inabarcable al cine erótico de cualquier índole. Su inicio como termino se le atribuye a Cave of Lust [1], dirigida por Koji Seki en el 63, una explotación de Tarzán en versión femenina, que hizo que durante un periodo se relacionara de manera seminal con la comedia erótica y la inclusión de animales. Lo cual está en pugna terminológica con Daydream [2] del 64, dirigida por Tetsuji Takechi. El cual fue una figura importante de la industria del sexo en general y de manera más concreta del cine sicalíptico, al convertirse a principios de los 80, tras varios pinkus en los 60 y un largo letargo en la década de los 70, en el primer director de AV (Adult Video: como se llama al cine porno hardcore japo) con un remake de la anteriormente mencionada. A estas dos hay que sumarle la repercusión que obtuvo en el 62 el filme Nikutai no ichiba de Satoru Kobayashi, el cual es considerado el primero en contener desnudos genitales (las tetas no eran novedad, de hecho en los 50 existía un género sobre recolectoras de perlas que salían en topless), siendo la primera victima de las nuevas legislaciones censoras que supusieron una regresión tras la ocupación yanki. Código que no llegó a suavizarse hasta el 69, cuando abrieron la veda con la coartada del valor artístico e intelectual, cosa que de todas maneras tampoco impidió que se secuestraran cintas en años venideros con pretextos morales. Aún así algunas productoras independientes, con películas a día de hoy todavía soterradas, durante estos sesentas se sustentaban con pinkus que mostraban desnudos. Por la parte contraria los grandes estudios no reaccionaron hasta finales de década en plena crisis de la industria, intentando salvarse viendo el tirón de las películas pinku de bajo presupuesto. En todo caso, durante este periodo hubieron ciertos nombres propios que intentaron sugestionar más de lo que era habitual desde ese establishment.



Uno de ellos fue Yasuzo Masumura, el que con películas como Manji [3], un drama con un triangulo de amor bizarro e, Irezumi [4], la fabula de un tatuaje maldito recalando en la dermis sensual, ambas protagonizadas en un rol de mujer mantis por Ayako Wakao (musa habitual suya, pero también de Mizoguchi), extralimitaba como podía lo margenes del erotismo censado. Y que ya a finales de década traspasó con Blind Beast [5], una adaptación de Edogawa Rampo sobre un escultor ciego que secuestra modelos en las que basar sus obras, que trufó con un desconcertante final sadomasoquista, además de con unos decorados de cartón piedra de extremidades, narices y tetas gigantes inerrables.



Como inciso importante, quepa destacar la fuerte influencia en toda la cinematografía sicalíptica nipona de Edogawa Rampo, el cual sentó bases para este erotismo malsano dando pie al termino Ero-Guro (erótico grotesco). Si bien está mas encasillado como prolífico escritor Pulp especializado en novela negra, mayoritariamente reconocida en su detective Kogoro Akechi, que tampoco estaba exento de ser participe de turbulencias eróticas. Este personaje fue llevado a la pantalla en varias ocasiones en filmes como Black Lizard [6] de Kinji Fukasaku, basado en su obra editada con complemento bajo el titulo de La Lagartija Negra y la Bestia entre las Sombras, en el que la pérfida criminal que trae de culo al detective está encarnada por Akihiro Miwa , la drag que se zumbaba Yukio Mishima para más señas, el que también acaba haciendo de invitado de piedra. The D-Slope Murder Case [7], unas de las varias adaptaciones de Akio Jissoji y de la que el cartel de la película se encargó ni más ni menos que Suehiro Maruo. Blind Beast vs. Killer Dwarf [8], póstuma de un viejuno Teruo Ishii, con Shinya Tsukamoto (el que hizo su Rampo en Gemini [9]) encarnando al celebre detective. O Rampo Noir [10], en la que también sale Kogoro en una amalgama de 4 relatos que en su mayoría se pueden encontrar en sus Relatos Japoneses de Misterio e Imaginación, del que hay que prestarle especial atención al de la Oruga (un relato de consideración antibelicista en el que la esposa de un soldado de guerra tullido, hastiada por su incapacidad vital al estar desterrado a ser un misero tronco, lo castiga y tortura buscando cierta liberación), adaptado de manera muy sui géneris e industrial por Hisayasu Sato, responsable del Gore Pinku Cyberpunk más tremebundo de los noventa con Naked Blood [11] o The Bedroom [12].



También era habitual encontrar fuerte erotismo en algunas películas de yakuzas donde se hacia presente en el clásico Sexy Show de Nightclub. Con los que el malditista Seijun Suzuki, instigador de la iras de los estudios con su atrevimiento, sobrepasó ciertos limites en Youth Of The Beast [13], en donde mientras Jo Shishido hace el sociópata desatado, podemos ver una bailarina prácticamente en topless, sino fuera porque dos trocitos de tela rosa con purpurina (a juego con la mesmerizante iluminación) le tapan los pezoncillos. En todo caso el que más arriesgó en el pinku de los 60 (o al menos el que mas ha destacado del underground de entonces) fue Koji Wakamatsu. Un activista anarco y realizador experimental, que con filmes de distribución minoritaria enseñaba chicha en sus obras de arte y ensayo. Pasando a ser uno de los realizadores pinku de aquella década de referencia con sus historias sobre violaciones y mujeres puteadas, que se convertirían a la larga en constante, todo ello para paja del espectador común y del intelectual de la época. Asimismo se considera circundante con el género The Pornographers [14] de Shohei Imamura o Gate of Flesh [15] de nuevo de Seijun Suzuki, por el tratamiento de temas en controversia, pornografía y prostitución respectivamente. Así como Nagisa Oshima con Cruel Story of Youth [16] y Sing a Song of Sex [17] tratando la violación.



Otro director que se asentó en el pinku fue Teruo Ishii. El cual se caracterizada por su impecable dirección artística y su alucinante uso de la iluminación, muy asimilables a las virguerías que realizaba Mario Bava. Ishii dirigió chambaras como Bohachi Bushido: Code of the Forgotten Eight [18], sobre un ronin decadente que acaba como yojimbo de un clan de chulos de putas, mostrando orgías opiáceas y kunoichis (mujeres ninja) batiéndose en batallas en pelota viva. Y otras películas de época que tenían en común las torturas, siendo probablemente un cabeza de turco para el cambio del mainstream, dando lugar a una serie de arriesgados filmes ambientados en las aberraciones sádicas del Shogunato titulados Joy of Torture [19], Inferno of Torture [20] o Orgies of Edo [21]. Todas ellas de finales de los sesenta, plagadas de brutales martirios, crucifixiones y opulentas orgías con geishas doradas reflejadas en mil espejos, en donde en entre el desconcierto otorgaba a sus victimas aires de fabulas trágicas. Tema que dio para su propio subgénero, el Tokugawa Onna, de la que entre las tantas se encuentra Shogun's Sadism [22], dirigida por una segunda unidad del mismo Ishii. Lógicamente era un incondicional del erótico grotesco de Rampo, al cual adaptó en el 69 en Horrors of Malformed Men [23], haciendo la que podría considerarse su película mas estrambótica, que bien plasmaba la locura del protagonista. Así como también fue responsable de la primera entrega de la saga Hot Springs Geisha [24], todavía incomprensiblemente inédita, que goza de ser una autentica cantera de estrellas pinkus y sus subgéneros.

Dicho esto, con este repaso sesgado, aclarar por sino quedara clarito que todos los géneros mencionados a posteriori entran dentro del pinku. El cual es simplemente la etiqueta abierta al cine picantón (y como habrán notado muchas veces enfermizo) de manera generalista. Con lo cual, sobre decir, que debido a su extensión es absolutamente inabarcable en su totalidad.

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9 comentarios:

Superwoobinda dijo...

He tenido que meterlo en 3. Tantos caracteres se ve que petan blogger, que oculta las siguientes entradas. Osea que hasta que alguien no postee no se verá el numero configurado.

A ver si viene el 77 chuzao y lo soluciona.

Don Julito dijo...

Cojonudo, Superwoobinda. Muy completo y ameno. Si hacemos una reserva con lo mejor de este nuevo pegamin, debería incluírse todo esto.

Ender dijo...

ya ves, una guía de puta madre para gestionar las descargas de ultraguro

Don Julito dijo...

Enanorl!!!!!!!!

Ender dijo...

kinki!!!!!!!

paca dijo...

viehos!!

pinku floydo dijo...

muy amena la tesina

Haciendo Amig@s dijo...

Pero que cosa más bonita y meritoria... fap fap fap

Haciendo Amig@s dijo...

Las de Teruo Ishii me las estoy bajando para verlas. La obra de Rampo es digna de leerse. Hay dos libros publicados in Spain por Ediciones Jaguar.

Que no pare la fiesta.