como los monos de gibraltar

martes, 1 de junio de 2010

Concierto para nosotros

Todo el mundo tiene su purgatorio personalizado. Un lugar, situación, persona, animal, cosa o yuxtaposición de estos que existen para que tengas la desagradable sensación de que purgas tus malas acciones y la puta rueda del karma te pasa por encima. Por gilipollas. Además, por lo visto, ahora, el purgatorio y el infierno son meras ideas abstractas y lugares a los que uno va porque quiere, por mala conciencia. De motu propio, vaya. Entonces, tenemos un lugar-situación-persona-etc. de mierda que te jode vivo solo porque tú quieres voluntariamente. Correcto. Mi purgatorio en la tierra es La Riviera: esa discoteca travestida de sala de conciertos de capacidad media que insiste en joderme buenos conciertos transformándolos en calurosísimas sesiones de mal rollo, con sonido de mierda, visibilidad nula y consumiciones a precios abusivos. En estas coordenadas malrrollistas me visualizo entranto el el puto infierno rodeado de satanistas de cuarto de hora porque nuestro rollo es el rock. Tocan Barón Rojo, una formación señera del heavy metal patrio, del rock'n'roll español, vaya. Solamente por 30 años de trayectoria, tres ó cuatro discos enormes y el haber estado ahí cuando crecíamos ya merecen un respeto. Si, además, te molan de verdad, has pasado algún momentillo bueno rebotando entre sus riffs y te siempre te han hecho gracia las pintas que se gastaba el calvo pues igual deberías haber estado allí. Si hicise pereza, no te enteraste, tenías un plan mejor o vives en Tenerife estás disculpado.
Entré arropado por grandes olas de entusiasmo adolescente emanando de cuerpos pasados de fecha. La parroquia era mayoritariamente talludita, mucho barrio, vieja escuela de ese heavy tan cañí que vivimos por aquí, que uno creía ya desaparecido en favor de una metal militia más internacional, más arregladita. Aunque había de todo, ojo. Y de pronto, con una puntualidad exquisita para ser satánicos (y por ende, hombres libres) empezaron tres horas de buen concierto. Con un sonido francamente bueno, una temperatura agradable, un fandom bastante respetuoso y ordenado (nada que ver con las tanganas que se montaban años ha en los conciertos de metal, que te imponían la Laureada de SAn Fernando y el Corazón Púrpura solo por salir vivo) y un combo asombrosamente en forma (en lo musical).

Grandes éxitos empalmados uno detrás de otro, con el grupo que (aparentemente) parece haber superado su guerra de egos (recuerdo una entrevista en dos tandas, a ambos lados del Puente de Vallecas -creo- porque no querían ni verse de lejos) ni siquiera yo tengo mucho que objetar de la actuación. Si acaso algún palito bienintencionado que sabréis perdonarme  y más si os hacéis cargo que mi primer deber es con la veracidad de los hechos. En primer lugar, constatar como El Sherpa, legendario vocalista principal de la banda, fue sin duda el culpable de que se incluyera el "Rojo" en el nombre del grupo "Barón Rojo". Soflamas libertarias, acracia de barrio, campos de concentración, polisía asesina, las flores del mal, la alienación del suburbio y los palos a los gobiernos corrieron de su cuenta. Ya sabéis quien encarna lo social aquí. Mientras, entre tema y tema, nos hablaba de lo que ya sabemos, mi buen amigo I., con jolgorio del respetable que nos rodeaba -otra muestra más de lo poco cafre y lo amplia de miras que es la basca del metal- le recriminaba a gritos: "Sherpaaaaaa, Sherpaaaaaaaaaaaaa, cabróóóóóóóóóón, que has dejado morir a Tolo Calafaaaaaaaaaat". Otro elemento que nos proporcionó sonrisas comprensivas fue el que el citado cantante (cuyo registro vocal es más que aceptable) se movía menos que los dientes de arriba, consecuencia o desencadenante de que luciera una bartola muy poco satánica. Como dato pajero diremos que servidora y su compañero de curro, que hemos tenido la suerte de verlos otras veces, incluso en sus tiempos de éxito, notamos como dos frikazos, que sus posiciones en el escenario se habían modificado y que los hermanos De Castro ocupaban ahora la parte derecha y central del escenario y El Sherpa la izquierda, él, que a pesar de su militancia, siempre impartió clase a la derecha del todo. De voz, sobrado. Contento de ver que todavía hay poder de convocatoria y que la gente se sabe las canciones mejor que ellos (casi).
Los hermanos De Castro, como dicen en los toros, tuvieron tarde desigual y hubo disparidad de opiniones. Armando de Castro aka Tamariz aka Pelito Bonito aka Pelo Frito (en una discusión sobre lo increíblemente inestable de sus pelo sentencié que tenía las puntas abiertas...desde hacía 30 años, para regocijo de una chavale que ocupaba en esos momentos la barra codo con codo conmigo) estaba como si le hubiera tocado la lotería. Todo energía, sonrisas llenas de dientes y virtuosismo de guitar hero de los buenos. Nada que envidiar a ningún héroe de la guitarra extranjero lo suyo fue una exhibición de poderío, de rock'n'roll potente y dominio. Un crack, vaya. A momentos, ya digo, incluso con exceso de entusiasmo. Carlitos (aka el Calvo) en cambio, -a pesar de que físicamente está mejor que nunca (al fin ha abandonado aquel look de fan de Slade, con calva prepucial y melena por detrás), más delgado y fornido, y con un look más actual a lo nu-metal con cabeza rapada- no debía estar pasando por un buen momento porque a la segunda canción que cantó perdió la voz y parecía que estaba de vacaciones en Lanzarote y cantaba por el móvil de su hermano. Aún así, insistió en seguir cantando los temas que le tocaban con el considerable bajón de calidad, el malhumor que iba creciendo en él y, esto es mi opinión, los gestos de "vaya tela" que subrepticiamente dedicaba Jose Luis Campuzano aka El Sherpa a alguien entre bambalinas. Por lo demás un concierto muy bueno, en el que lo pasé en verdad muy bien, donde cantamos y coreamos los himnos de rigor, recordamos alguna tontuna vital y nos pusimos a gusto, y donde todo se alineó para que alcanzara la perfección casi absoluta, cosa que extrañamente me ha pasado en pocas ocasiones y con combos de lo más variopinto (Killing Joke, Swingin' Neckbreakers, Ramoncín, Ilegales o Aztec Camera).

Barón Rojo - Siempre estás allí

44 comentarios:

paca dijo...

UOOOO!! Puta insularidad, puta pobreza...

ramonkarlos dijo...

Dices tú de mili...

Don Julito dijo...

Además, Ramón, puedo certificar que no hubo ni un puto enano...el concierto era zona libre de enanos...te podías haber venido, tron

Anónimo dijo...

Después de soltar la charla se te habrán quedado los huevos como pelotas de tenis

Don Julito dijo...

Sí, duritos, con pelusa verde y aptos para que tu hermana se eche una partida con ellos

Anónimo dijo...

No tengo hermanas

ramonkarlos dijo...

No voy yo a un concierto de esta gente ni loco. Y menos en La Riviera.

Don Julito dijo...

Tampoco tienes una madre deportista que le apetezca ganarse la ensaladera con su juego de muñeca?

Anónimo dijo...

La verdad que soy mujer de pocas palabras y las charlas me superan

Don Julito dijo...

En boca cerrada no entran moscas pero entran pollas como roscas, reina

Anónimo dijo...

Eso a quién le guste si te gusta a ti es tu problema, rey

ramonkarlos dijo...

¿Eres la subnormal que cree que me conoce?

Anónimo dijo...

¿Quién?

Don Julito dijo...

Jodeeeeeer, vaya parroquia

Anónimo dijo...

Se os llena el patio de monguis

paca dijo...

Ayyy ustedes pueden hacerlo mejor, afilen el verbo y no recurran a lo fácil.

Anónimo dijo...

Lo único que me gusta de esta entrada es la canción

Anónimo Rumoroso dijo...

Pues muy bien el post, joder, que hay que decirlo, que os quejáis de que la Basca no escribe y luego no dais ni las gracias, perros, que sois unos perros, y cínicos, que sois unos perros cínicos.

Me ha gustado todo, empezando por esa opertura mítica, tomando contacto por lo alto, e ilustrada por la foto sepia. En plan "el orgullo de toda una vida".

La idea del orgullo y el rock sobreponiéndose al purgatorio de los achaques y las cicatrices del paso del tiempo ha estado muy bien traída, con poderosas imágenes como la de los "cuerpos pasados de fecha". Joder, es que hasta he sentido el olorcillo agrio de los danone caducados. Y ese aroma a humedad chungo ¿saben?, que puede desagradar en situaciones ordinarias, pero que son como el napalm por la mañana en señalados momentos clave de la vida de todos. Vórtices electrizados.

El karma, el purgatorio, la vejez y el olor de la muerte; el libertarismo, el Madrid de barrio y los viejos rockeros... No se quejarán, que este post lo tiene todo, ¡todo!

priest dijo...

Por lo que he leído cambiaron ligeramente los set-list e incluyeron dos temas que eché mucho en falta; "Chicos del rock" y la INMENSA "Travesía urbana".

paca dijo...

Querida tiene usted razón. Don Julito, una gozada oiga. Es usted un cronista y un héroe del pegamin por sobreponer el arte y el ensayo a la gris oposición.

Anónimo dijo...

Queremos a Donju y a sus batallitas aunque añada preposición al latinismo y se olvide la r en el mismo.

Don Julito dijo...

errare humanum est, cabrón

Anónimo dijo...

Varon Rouho!!!!

Anónimo dijo...

En las paredes de mi casa se enseñoréo durante muchos años el mítico poster con la portada de Metal Morfosis

http://2.bp.blogspot.com/_reF2zL83mMY/Sd5qKdsAihI/AAAAAAAAAOg/hPfhEuYaXr4/s400/METALMOFOSIS

Don Julito dijo...

Precisamente quiero hablar de los primeros discos de Barón Rojo, con especial incidencia en las portadas...la del primer disco me parece grandiosa y muy buena para la época...esta también es cojonuda...pero la del Volumen Brutal...ay....vaya telita

Anónimo dijo...

Claro, una portada como la de Volumen Brutal y luego el Sherpa toda una vida compungido explicando que el heavy no es violencia y que él es de la Luz (sic!).

Anónimo dijo...

Y la carátula del primer disco es para mear y no echar gota, eso sí, muyu conectada con el zeitgeist... En fin, no sigo y quedo a la espera de tus revelaciones.

Lo que estoy descubriendo, yo que no soy fan, es la habilidad que tenían estos tipos para los juegos de palabras audaces: "no odas", "ultimas mentes", "en un lugar de la marcha", "metalmorfosis", "Breakthoven", "Robinsong", "Per-versiones"... En fin, un no parar de hallazgos.

a contraluz, mi amor dijo...

sherpa, como su nombre indica, era lama antes que jevi y es lógico que se compunja y añore la luss

Don Julito dijo...

A mí me parecen entrañables, y lo digo sin asomo de ironía, eh? coño, que son como de la familia ya...y aunque ha quedado claro en mi charlón, el señor De CAstro es un guitar hero de primera categoría, de verdad de la buena

Anónimo dijo...

DonJul... lo que no nos has dicho es si hiciste air guitar, ladrón

Don Julito dijo...

YO lo que hice fue ponerme fino de combinados y cigarrillos de la risa

Anónimo dijo...

¿Qué combina, Donju?

Anónimo dijo...

Chocolate

Don Julito dijo...

Ginebra y tónica combino

ramonkarlos dijo...

Como las putas y Hermann Tertsch.

Anónimo dijo...

Respuesta sublime

Don Julito dijo...

Las putas toman gintonic??? joder, pues te dejarán el nabo azul porque el gintonic refresca pero te deja alientazo a bodega...yo creo que las putas toman daikiri o cosas con Kahlua,no? luego ya las arrabaleras irán de solysombra

Anónimo dijo...

¿Qué beben las putas? Lo anoto como posible título para un libro de éxito; "creo que puede pegar", Leonardo Dantés dixit respecto de su baile del pañuelo entonces en ciernes.

Haciendo Amig@s dijo...

Hermosa crónica llena de sentimiento.

Anónimo dijo...

¿Cómo se llamará la recopilación Pegamín?: ¿Qué beben las putas? Memorias pegamitas 1977-2010.

Anónimo dijo...

ay... hermoso título, me trae ecos de Ángel Palomino, Vizcaíno Casas, Amilibia...

ramonkarlos dijo...

Mola el título pero le falta rematar: "¿Qué beben las putas de vuestras madres?"

Anónimo dijo...

"Mi madre tiene una puta, y se llama Ramón"


Este título también mola!

Anónimo dijo...

Ese podría ser el inicio del prólogo; pero antes habría que engañar a algún seudointelectual que perdiese un par de noches haciéndonoslo.