como los monos de gibraltar

lunes, 28 de junio de 2010

Fiesta! Fiesta!

32 comentarios:

Anónimo dijo...

Semana del orgullo gay.
Jesús Vázquez posa en Interviú.

paca dijo...

En fin...

Paca me pone... dijo...

El entremés de Paca. Un clásico necesario.

Anónimo dijo...

¿De qué orgullo? Si cuando lo sacaron del armario lo negó hasta la saciedad y salió hasta su padre , literal, desmintiendo las supuestas tendencias del interfecto en plan "mi hijo no" , y mírenle ahora, diciendo "mi marido" cada dos frases. Lástima que en el armario no hubiese naftalina suficiente para destruirle todo glóbulo rojo al al Jesús y dejase de decir gansadas.

100% pegamín dijo...

pero se le ve al polla o no? cómo la tiene? Rugosa, venosa, en plan salami de milán o morcilla de burgos? cómo es la verga de J. Vázquez? Por dios, qué sinvivir

Anónimo triste dijo...

Ya que habláis de penes os diré que un indigente acaba de mear debajo de mi ventana. Estaba yo mirando la gente mientras escuchaba un tiento y he reconocido al hombre de otras veces, que es un barbudo robusto, como Bud Spencer, y siempre va abrigadísimo, aunque caiga plomo hirviendo del cielo. ¿Por qué se abrigarán tanto los indigentes en verano? A lo mejor les quitas el abrigo y el jersey de lana y se vienen abajo, como un caballero del grial sin su armadura.

Da mucho gusto sentir en verano el aire calentito en la piel, pero se ve que ese abrigo y ese jersey es todo lo que tiene el mendigo y los lleva como quien encierra ahí toda su coraza. El caso es que ha mirado a un lado y a otro y se ha puesto a mear despacito entre dos palés de las obras. Menuda meada más triste ha echado. Yo diría que se evaporaba antes de llegar al suelo, la meada. Y eso que es un indigente muy bebedor, que una vez me pidió a mí unas monedas para una cerveza, cuando salía del Mercadona. Me apiadé del hombre y eché mano al bolsillo, y ya veía en su rostro el alivio cuando le tuve que decir que no, que me había equivocado y no me quedaba ni un triste céntimo. Fue como agitar un filete delante de un perro y luego escamoteárselo. Le dejé roto pero bien roto al hombre.

Anónimo dijo...

La ropa es un aislante térmico cojonudo

Anónimo dijo...

Esta mañana fui a la playa y no veas lo a gusto que se estaba

priest dijo...

Vaya con nuestro anónimo, además de triste es un torturador jajaja

Xabibenputa dijo...

Este de las micro-historias ordinarias pero sentidas es nuevo, ¿no?

Joder, es el anónimo q más miedo me ha dado nunca.

Parece el tipo de persona que te invita a su casa, te pone un cola-cao del DIA, y luego mientras te trae el azucar te desnuca con un martillo pilón, para descuartizarte.

Y luego, mientras lleva tus restos en una maleta a un descampado en el autobús urbano, entre tics y carraspeos habla con tus restos por lo bajini, diciendo que era mejor para ti.

paca dijo...

Muy pegamin indeed...

Anónimo triste dijo...

Pues yo puedo tener mis averías, pero violento nunca he sido.

A mí me habría gustado ser como Juan Ramón Jiménez. Si hubiese sido como Juan Ramón Jiménez en vez de loco o tonto me habría quedado en neurótico o en hiperestésico, que son cosas que tienen más estatus. Para eso debe de valer la cultura y el arte, para hacerle una chicuelina a locura que la deje despistada. Mejor hacerse el loco que ser un loco, dónde va a parar.

Es que joder, Juan Ramón Jiménez, qué buen nombre. Ya el nombre suena melodioso y suena español, y la música es muy importante en la poesía. Claro que otra cosa muy importante para Juan Ramón y que a mí me falta es la mujer. Una mujer que te dé sostén cuando te entra la pereza y que te masajee la nuca cuando te viene la fatiga. Sin su mujer, Juan Ramón no hubiese llegado a lo que llegó. Porque era un genio pero también tenía que ser un coñazo de aúpa, de irse lejos cuando se ponía triste. Que menudas traviesas en barco le debió de dar a la pobre Zenobia.

Caracortada dijo...

Miedo da usted, D.Benputa, que es el único aquí que hace el coñopoya mirándose al espejo. Seguro que también tiene caniche.

Haciendo Amig@s dijo...

A ver si nos tomamos la medicación de una puta vez y no damos tanto la brasa.

paca dijo...

Querida, triste. En su más puro sentido. Un buen juguete dramático...

Deje deje Sr. Haciendo que son los nuevos vientos que circundan esta balsa de la medusa que es pegamin.

Anónimo triste dijo...

Me ha dejado pensando con eso de "en su más puro sentido".

En fin, lo que sí que creo que he pillado es la referencia a La barca de la medusa, que es un cuadro muy emblemático, de los que ponían en clase de Arte en el instituto. Qué amalgama de cuerpos; patético, en su sentido estricto.

Xabibenputa dijo...

No si a mi me cae bien.


Y q pasa con el coñopolla? Hay q ser muy heterosexual para q parezca divertido, como es el caso.

Manuel Sainz dijo...

Reflexiones como las de este Anónimo triste se agradecen en Pegamin y donde sea. Sobre la anecdota del indigente que se mea bajo su ventana no es de extrañar despues de su detalle de las monedas. No seria de extrañar que se le cagase a la puerta y todo.

Y no digo más, con esto el Sr. Benputa ya tendrá bastante para volver a llamarme subnormal a su gusto.

Anónimo dijo...

Benputa el más gili de todos, subnormal que te vayas a cagar en la boca de tu madre.
Maricón

paca dijo...

Mandeee!

Caracortada dijo...

Hacer el coñopoya es la puerta de entrada a las más oscuras perversiones, se empieza con eso y se termina follando con una enana muerta. Avisado queda.

ramonkarlos dijo...

Anónimo triste celebra el Orgullo Gray.

Anónimo dijo...

Iluso

Anónimo triste dijo...

No me había fijado hasta hace un momento que 1977 ha escrito Orgullo GRay, con erre, y no Gay, sin erre. Tampoco tenía claro si se trataba de un imperativo, pero entonces le faltaría una coma después de mi nombre, y 1977 es muy escrupuloso con la ortografía.

Si es Gray sólo se me ocurre relacionarlo con Dorian Gray, que es una novelita que habréis leído todos, o al menos habréis visto la película, la vieja, a ser posible.

A mí me gustó mucho. La leí en mi adolescencia, estaría yo estudiando 3º de BUP. Recuerdo que la saqué de la biblioteca del instituto, que me hizo la fichita el cura que nos daba Religión. Iba yo a clases de Religión pero ya tenía un punto de lo más decadentón, ya véis.

Don Julito dijo...

Eres como unas cortinas de velvetón

Anónimo triste dijo...

Tengo yo un pijama de esa tela y es lo más confortable y cálido que hay para las noches de invierno.

Bueno, ya me voy. Me voy a comer a casa de mi tía, que me voy a poner hasta las trancas.

Anónimo triste dijo...

Y por cierto, que una de las contadas obras de teatro que he visto yo en mi ciudad, porque es carísimo, es precisamente la de El retrato de Dorian Gray. No estaba nada mal el montaje, aunque el actor protagonista, Mariano Alameda, no le llegaba ni a la punta del zapato a lo que debe ser un buen Dorian Gray.

Al teatro gratuito sí que iba más frecuentemente, pero claro, tiene sus cosas... Una vez representaban La gata sobre el tejado de zinc en el Círculo Católico de Obreros, y acudí con cierta ilusión, que me había leído el libreto y la película siempre me gustó mucho. Menuda calina caía, pleno julio, y ni un alma en la calle, porque aquí después de comer el que sale es que algo le pasa. Pues nada, empezó la representación y salió a escena el tullido impotente y salió también la mujer, Maggie, con un camisoncito de estos nacarados, una cosa que pretendía ser sugestiva. Y estaba la actriz declamando así como su frustración sexual y su soledad sureña y todo eso (pero con acentazo de aquí) cuando un hombre del público empezó a gritar "¡ahí va, maja, como vaya yo!", y todas las señoras jaleando con risotadas de gallina. No aguanté ni al segundo acto, me salí del bochornazo que me entró.

paca dijo...

Qué digno...
De eso por aquí poco oiga.

Anónimo dijo...

De donde es usted, triste anónimo? de un lugar sureño con gente graciosa, sol a raudales y cocina de supervivencia? un lugar con una torre dorada que perdió a su gemela? un lugar donde todo es arte, risas y españa? con perfume da azahar y con más yonquis que Bilbao en los 80?

Anónimo dijo...

A mi bajona post-excesos la llamo Síndrome de Dorian Grey.

Anónimo triste dijo...

Yo sureño para nada. Si soy más castellano que los infantes de Lara...
Ahora, que las cosas del sur me tiran a veces un poco, quizá por ese contraste y esa irreconciliabilidad cultural que siempre se ha comentado. Podría extenderme en este punto pero a lo mejor me empezáis a odiar.

Anónimo dijo...

ya lo hacemos