como los monos de gibraltar

viernes, 23 de julio de 2010

CIENCIA-FICCIÓN GUARRA 30: Risas y horteradas en los ochenta

Hasta el momento esto de la ciencia-ficción guarra en el cine parece ser algo un poco truculento. El género cinematográfico que más estamos viendo es el terror despendolado, con mujeres sometidas a las brutales atenciones de aliens y máquinas  pervertidas. Quizá sea el momento de cambiar el tono y fijarse en aquellas historias que abordan la ciencia ficción guarra desde la comedia. Y es que el tema se presta a las coñas, aunque no siempre sean demasiado afortunadas.

1988

Algo pasó en la década de los 80 del siglo XX, algo grave. En el cine lo que sucedió es una época de esplendor comercial de  la industria cinematográfica americana, que se tradujo en una producción masiva de películas de todos los géneros que inundaron sobre todo los videoclubs. Aquello era un no parar de rodar tonterías, muchas de ellas directas al glorioso VHS, y la ciencia-ficción y el terror fueron de los géneros más explotados. En el resto de la sociedad lo que pasó es que se alcanzaron en todos los ámbitos cotas de consumismo y superficialidad jamás vistas. Y eso se reflejó en las películas, claro. No es por eso extraño que gran parte de las comedias de ciencia-ficción guarra sean de esa década. En 1988 en particular se estrenaron los dos ejemplos arquetípicos de los que vamos a hablar: "Las chicas de la tierra son fáciles" y "Mi novia es un extraterrestre". Preparados para una orgía inolvidable de conceptos horteras.

Las chicas de la tierra son fáciles

Valerie, una chica moderna de aquel entonces que trabaja de manicura en un salón de belleza, está a punto de casarse con un médico de éxito. Pero su futuro marido no tiene ganas de follar y Valerie está angustiada. Aunque se viste de putón siguiendo los consejos de su mejor amiga, una peluquera de su curro, para así tratar de avivar el deseo de su novio dándole una sorpresa, lo único que logra es descubrir que el médico le es infiel con una enfermera.
Acojonante punto de partida de la película que se ve potenciado por una estética de cardados imposibles, moda de la época y dos números musicales capaces de provocar un derrame cerebral al espectador más curtido.
Menos mal que pronto vemos como tres aliens peludos que viajan en una nave exploradora están desesperados por buscar hembras con las que aparearse. Descubren el planeta Tierra, y aunque las hembras humanas no tienen pelo, son de su gusto porque "tienen curvas y son suaves". Pronto nos damos cuenta de que , además de peludos, los aliens son bastante idiotas, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta que uno de ellos es Jim Carrey. De hecho es el personaje de Carrey el que estrella la nave contra la tierra, cayendo en la piscina de Valerie. Y a partir de aquí ya todo es un no parar de estupideces. Mientras esperan a que se vacíe la piscina para poder reparar la nave, Valerie depila a los aliens, descubre que sin pelo son guapos, en particular el jefe, interpretado por... ¡Jeff Goldblum!; el otro resulta que es un negro. Se van de juerga a una discoteca y todos los aliens ligan a pesar de comportarse como tarados mentales... o quizá gracias a ello. Jim Carrey arrasa cuando saca una lengua kilométrica para lamer el fondo de  un vaso de tubo. "Me lo llevo a casa" grita una guarrilla de la disco al ver el apéndice desmesurado. El negro, atención, se liga  a una chavala después de derrotar a otro negro en un duelo de baile discotequero. Y Jeff Goldblum se acaba tirando a Valerie, a la que hace gozar como una loca gracias a que los aliens tienen un toque "mágico" que hace que te retuerzas de placer.
















Es una chica de su tiempo y quiere follar con un peludo raro... que no hemos cambiado nada, vamos.

El final está claro... Valerie se va con los aliens a su planeta dejando plantado a su novio médico. La ciencia-ficción guarra ha triunfado. Mejor irse a un planeta de aliens superfolladores anormales que ser un ama de casa cornuda.  Pues claro, mujer.


Mi novia es una extraterrestre

Dan Aykroyd interpreta a un astrofísico gordo, viudo y con una hija adolescente. Está tan obsesionado con enviar una señal a otra galaxia que logra que lo despidan de su empresa. Lo que no sabe el despojo humano es que su última señal ha llegado a otro planeta y ha provocado una catástrofe rara en la gravedad que hace que los aliens envíen a una agente para camelarse al Aykroyd y obligarle a que repita el experimento y salvar su mundo. Todo absurdo y muy mal explicado, pero que sirve de excusa para que aparezca una Kim Bassinger disfrazada del colmo de la horterada ochentera y haga todo tipo de barbaridades presuntamente graciosas. Lleva de ayudante un consolador que habla y que está metido en un bolso de diseño capaz de hacer prodigios. El personaje de Aykroyd se enamora de ella, maravillado de que semejante belleza muestre interés por su cuerpo seboso. Disculpa las evidentes excentricidades de su novia porque es "holandesa" ¿?

 Mantener conversaciones con tu consolador no es síntoma de nada bueno, mujer

La Bassinger pertenece a una raza de aliens que ya no practica el sexo por ser ineficaz. Pero al follarse al científico obeso descubre que el sexo es algo maravilloso y se enamora del estilo de vida terrestre. Era inevitable. Lo que no logra la Bassinger es convencer a su hijastra de sus buenas intenciones. La niña repelente se huele que su nueva madre es una hijaputadelmal que le quiere arruinar la vida a papá. Lo normal en estos casos.
 
Finalmente la Bassinger se rebela contra las órdenes de su consolador-bolso (lo que carga la película de un simbolismo inquietante), el cual quería destruir nuestro planeta por considerarlo una amenaza,  y convence a  sus jefes de que la tierra merece ser salvada porque follar es algo glorioso. Además logra que la dejen quedarse allí con su nuevo marido. Su cuñado, otro gordinflas graciosete y salido, ocupa su lugar en la nave de regreso al planeta alienígena porque parece ser que aquello está lleno de mujeres más guapas aún que la Bassinger y todas se parecen a la princesa Estefanía de Mónaco, que es su mito erótico ¿? Eso sí, se lleva con él su rolls-royce para impresionar a las bellas extraterrestres. De nuevo triunfa la ciencia-ficción guarra, al estilo de los ochenta, por supuesto.


Esto ha sido todo por hoy. En nuestra próxima entrega volveremos a los ochenta y a la comedia de ciencia-ficción guarra... pero esta vez los protagonistas no serán alienígenas enamorados de la música disco y las chaquetas con hombreras... esta vez serán robots creados para follar.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

You know you love him more
And more
Tell me why is it so?
Don’t wanna let you go

Haciendo Amig@s dijo...

Mecago en tu puta madre.

Anónimo dijo...

Este no es tu estilo

hannigan dijo...

es que suple a ramó

Anónimo dijo...

H.amig@s, así piensas hacer amig@s?
La entrada demuestra que eres un cerebrito (me gusta) pero en educación no estás a la altura.
Un beso

Tourette Bomberette dijo...

Esta aprendiendo con las palabrotas, como los niños, y le salen en los momentos más inoportunos.
Eso y que el pegamín es el puto blog de los Tourettes.

Haciendo Amig@s dijo...

Es viernes, noche. Y estoy emborrachándome. ¿Vosotros no?

¿Qué clase de anónimos ponen comentarios en un blog un viernes a las doce de la noche?

¿No es eso maravilloso y aterrador a un mismo tiempo?

Anónimo dijo...

Anónimos que mañana curran

Anónimo dijo...

Acabo de llegar de estar cenando con un colega. Hemos estado charlando de pelis de los 80. Desde American Ninja hasta los Goonies. Muchas gracias por prolongar una noche de mierda.

ramonkarlos dijo...

Los Goonies, qué asco de gente por Dios, la ojeriza que les he podido llegar a coger con el paso de los años.

paca dijo...

OH MY GODDESS!! Sr. Haciendo, la ciencia ficción absurda de los ochenta merece una serie de post propia. Me confieso una desquiciada profunda del vhs ochentero, tenía un videoclub de niña que era de las cosas mas kinkis del universo solo traía este tipo de películas y porno antiguo ( de aquel pleno de maravilludos gatos acostados y objetivos vaselínicos) lo cerraron hace muchos años (por lo menos 17) pero por lo que una sabe las cintas siguen ahí. Llegué a ver una versión de los Critters rodada en una república satélite de la URSS, con su metáfora antiamericana y todo. Lo que haría una por ponerle las manos encima a ese material.
Qué les pasaba con las marionetas en los ochenta?
Esa es una pregunta que podría abordar en su serie.

priest dijo...

No tenía yo controlados los pechos de Basinger, están de puta madre.

Ender dijo...

pues esto igual no tiene nada que ver con esa época pero el otro día me encontré en el suelo de mi calle "tu puta madre se ha comido a mi perro", "terrorificamente muertos", "pesadilla en elm street" y "starship troopers". nuevecitas, como si nadie las hubiese alquildo nunca. igual las meto en el vídeo y el cabrón se convierte en Christine...

ramonkarlos dijo...

O en la bruja de Willow y tú en Willow.

Ender dijo...

yo ya soy willow

paca dijo...

Seguro que tiene mejor perfil...