como los monos de gibraltar

miércoles, 28 de julio de 2010

Sexonomicón 4

Araceli era una chica estudiosa que, recién terminado su paso por el instituto con media de sobresaliente , decidió tomarse un merecido mes de descanso en Agosto y recuperar fuerzas para el primer año de Económicas que iba a comenzar en septiembre. Dispuesta a relajarse totalmente durante la primera semana, se fue ella sola a la casa de la playa que tenían sus padres. Era una zona algo apartada, pero que compensaba el aislamiento con una gran tranquilidad, ajeno al bullicio de las zonas turísticas cercanas, y con la existencia de una hermosa cala cercana al chalet. La pequeña playa estaba escondida entre peñas escarpadas y a ella solo se podía llegar por un  estrecho sendero. Pero el esfuerzo merecía la pena. La arena fina y suave, las aguas transparentes y tranquilas... todo aquello convertía la diminuta cala en un refugio casi de ensueño. Y Araceli lo tendría para ella sola. 
Al poco de instalarse en el chalet decidió disfrutar del sol y un buen baño en su playa privada. Metió en el bolso el MP3 con el último disco de los Jonas Brothers, su grupo preferido, y buscó el libro que había traido, el último y apasionante éxito de Dan Brown. Pero no encontró la novela por ningún lado. Contrariada, supuso que se lo había dejado en la ciudad en un descuido al hacer la maleta. Le encantaba leer en la playa y le molestaba no tener una lectura entretenida para aquella ocasión. Quizá en el chalet podría encontrar algún libro decente. Miró en las pocas estanterías del salón y solo vio viejos libros de Harold Robbins y Alberto Vázquez Figueroa. Hizo una mohín de asco con su hermosa naricita. Ya estaba resignada a renunciar a la lectura playera cuando se fijó que detrás de una pila de libros asomaba apenas una extraña caja de metal oxidado. Si Araceli no hubiera removido los libros nunca habría descubierto aquel misterioso contenedor. Al abrirla  se topó un libro encuadernado en un cuero pálido, casi color carne, desagradable al tacto pero muy bien conservado. Llena de curiosidad , decidió meterlo en su mochila y llevarlo en la playa. 
Ya tumbada sobre la arena, con los cascos puestos y los Jonas Brother sonando a todo volumen, sacó el libro desconocido y comenzó a leerlo. Lo primero que le llamó la atención era un nombre escrito a bolígrafo en la primera página. "Rigoberto Cifuentes". Araceli recordó que su padre tenía un hermano excéntrico, de vida bohemia y malos hábitos, que había dado muchos disgustos a su familia. A papá no le gustaba hablar del tío Rigoberto y se limitaba a gruñir que se había metido en líos y había desaparecido de pronto sin dejar rastro, para alivio de todos.  Más intrigada que nunca, Araceli se lanzó de cabeza a la lectura de aquellas páginas amarillentas. Pronto se encontró sumergida en extrañas descripciones de mundos más allá del velo, de criaturas imposibles que habitan en las profundidades oscuras de nuestro mundo, Su mirada quedó atrapada en aquellas descripciones retorcidas, pero fascinantes. de sueños tenebrosos y fosas abisales que ocultaban puertas a los deseos más salvajes hechos realidad. "En las simas marinas a donde nunca llega la luz del sol se ocultan las puertas entre mundos a través de las que viajan seres innombrables. Ellos son los portadores de ensoñaciones terribles y de ansias primigenias". A Araceli le comenzó a doler la cabeza y se le nubló la vista. De pronto se dio cuenta que había estado leyendo en voz alta frases ininteligibles, escritas en una lengua desconocida, y que su salmodia se entremezclaba en su mente con la canción de los Jonas Brothers. Cerró el libro asustada y lo lanzó lejos. Se quitó los cascos de las orejas con mano temblorosa. Intentó ponerse en pie pero estaba mareada. 
Y entonces lo vio. En la orilla de la playa, con el cuerpo sumergido hasta la cintura en las cristalinas aguas, estaba Joe Jonas, más guapo que nunca, sonriéndole con infinita ternura. La cabeza de Araceli se despejó de pronto y el corazón comenzó a latirle con fuerza. Joe la saludó y le hizo un simpático gesto para que viniera a bañarse con él. Ella se sentía como si todo aquello fuera un sueño maravilloso. Se sentía como yuna vez que le dio una tímida calada a un porro en la casa del novio rockero de una amiga. Se dejó llevar por la agradable sensación de calor que sentía entre las piernas y corrió hacia Joe.
El agua estaba fresca sin resultar molesta y Araceli lanzó un gritito de gusto al sentirla en su bajo vientre. Joe se había  adentrado más entre los destellos de las aguas  y ahora le hacía un gesto para que la siguiese antes de echarse a nadar mar adentro. Araceli le siguió. Cuando ya estaban bastante alejados de la orilla, Joe se detuvo y se volvió hacia ella. Araceli abrió los ojos como platos. Era tan guapo y tan real. Era pefecto. Joe se acercó braceando suavemente. Araceli comenzó a jadear. Estaba muy excitada. Joe ya estaba a su lado. Con extrema delicadeza la rodeó con sus brazos morenos y de piel suave como la de un niño. Araceli no podía apartar  la mirada de aquellos labios que se acercaba a los suyos. Estaba a punto de desmayarse de la emoción. Cerró los ojos por lo que le parecieron unos breves instantes. Entonces notó que algo la rodeaba por todas partes. No eran los brazos de Joe... porque eran muchos los apéndices que la tocaban por todo el cuerpo... sobre todo en su "lugar secreto", como ella lamaba a su sexo todavía virgen. "Joe...", murmuró reprimiendo un estremecimiento de puro placer. Pero al abrir los ojos toda su emoción se transformó en absoluto terror. Ya no estaba en la superficie y Joe Jonas ya no etaba a su lado. Estaban bajo las aguas, hundiéndose rápidamente en la negrura de las profundidades ignotas. Un ser monstruoso, una asquerosa mezcla de pez abisal deforme y medusa gigante, la rodeada con una gelatinosa burbuja de aire mientras la mantenía sujeta con unos tentáculos repulsivos. Con unas largas pinzas de crustaceo le rasgaba la ropa del bañador hasta dejarla desnuda. Después los tentáculos se introdujeron ansiosos en su sexo, Araceli quiso gritar pero no pudo. Sus alaridos quedaron interrumidos por los fluidos que segregaba la criatura de pesadilla y el agua de mar que comenzaba a filtrase en la brubuja. Mientras se abandanaba a la locura y perdía por total el control de sus sentidos, Araceli pudo darse cuenta de dos cosas. La primera era la pulsante bolsa de huevos que se abría bajo sus piernas, llena de larvas que se agitaban en sus pequeñas cápsulas gelatinosas, deseosas de la calidez de su cuerpo. La segunda era que el monstruo estaba emitiendo un sonido que relajaba todos los músculos de Araceli y nublaba su cerebro como si se tratase de una droga calmante. Justo antes de perder del todo la cordura, identificó la música que resonaba en los abismos del mar y  rasgaba el velo entre dimensiones. Era su canción preferida de los Jonas Brothers.

6 comentarios:

Don Julito dijo...

Oyessss, una cosita...todas las putitas de tus narraciones son muy buenas estudiantes, no? todas...no hay ninguna quinquorra a la que se la folle un horror reptante...o es alguna parafilia? tú en Japón te corrías vivito, en cuanto salieras del aeropuerto

Macarrismo dijo...

El detonante de la aparicion del monstruo no fue la lectura del necronomicon sino escuchar a los jonas brothers

Haciendo Amig@s dijo...

Don Julito, eso está tomado de Lovecraft, que casi todos sus protagonistas son gente de bien y con cierta cultura. Y unos pánfilos. Si la chica fuera una quinquorra no se pondría a leer en la playa.

Y al final todo es un pretexto para poner un vídeo de los Jonas Brothers en el blog. La perversión máxima.

Don Julito dijo...

Ya...pero podría ser una quinquorra leyendo el Vale...los anuncios de contactos...o tal vez oyendo a El Barrio...oye, que no me hagas caso, que era solo curiosidad, que si te ponen las empollonas, TU MISMO, CHAVAL

paca dijo...

jajajajajaja olé!
Coincido con el Sr. Haciendo Don Julito, los estratos obreros, la gente llana, las mujeres y todo ser humano no anglo-sajón-germano, no son protagonistas en la obra de lovecraft; son el atrezzo. En todo caso, mor de la coherencia lovecraftiana, hagamos recuento, el personaje protagonista tendría que ser; hijo de una larga familia de burgueses/nobles (one point); aficionado a lo antiguo, al ocultismo, y la genealogía(demi-point)(Dan Brown vs. flipe extremo por el pasado, really?)

La mayor incoherencia lovecraftiana es que la protagonista sea una mujer.

Me encantan los homenajes intencionadamente inconsistentes en alguno o muchos puntos , porque aunan fandomness e iconoclastia...

paca dijo...

Ah! un consejo pon los videos a pelo, verás que a gusto te quedas.
No need excuses!