como los monos de gibraltar

jueves, 15 de julio de 2010

Viviendas Pegamin XVII: El campanario de una iglesia

Tolón. Tolón. Tolón.
Son las tres de la mañana y la campana vuelve a sonar. Te revuelves un poco en el saco de dormir del carrefour y en tu sueño un ser con la cara desencajada te golpea tres veces. Tu cerebro, como último recurso para no perder la cordura, lleva ya tiempo incorporando el sonido de las campanas a tus pesadillas, a veces con resultados escalofriantes.

Dolido por haber sido rechazado como miembro del blog menos exigente de la Internet hasta cuatro veces (esnifando pegamin, pegamin 2000, pegamin 3000, mini pegamin), decidiste mandarlo todo a la mierda y dejar trabajo, novia y amigos. Te hiciste cicatrices en la cara con un cuter para mostrar tu compromiso con la marginalidad y en una última concesión a tu antiguo ser romántico, decidiste vivir como alma torturada en lo alto de una iglesia de capital de provincias.
Al principio sentías que debías algo al lugar que habías ocupado y cumplías rituales de hombre encapuchado que solo deja ver su sombra a gente asustadiza. Sin embargo, el personaje creado se fue apoderando de ti y ahora lanzas tus excrementos en pequeñísimas porciones, indistinguibles de la mierda de un gato, a los niños que hacen la comunión, a las novias que visten un falso blanco y a las beatas de domingo.

Ay, si tan solo te hubieran cogido en el pegamin, querido anónimo...
Tolón. Tolón. Tolón. Tolón.

26 comentarios:

paca dijo...

Qué grande! La imagen me evoca versiones aún más guarras del Jorobado de Notre Dame.

Anónimo triste dijo...

Joder, sí que está bien. Yo muchas veces me he imaginado deambulando de noche entre las gárgolas de la Catedral de mi ciudad. Tiene que ser una cosa de impresión, morar esa catedral como alma en pena, encapuchado como un monje, mirando con desprecio y con dolor al mundo...

Calvino 2000 dijo...

Vaya, me recuerda a una novia loca que tuve, que le ponía comérmela en lo alto de la torre de la catedral de mi ciudad. Un día fuimos, no había gente y me dejé hacer.
Fue una mamada como hecha por la Virgen María.

Dr. Huysmans dijo...

La foto no es de un campanario. Tiene toda la pinta de ser de un balcón de apartamento de lujo de riquillo sobrevenido. Y sí, me interrogo si poner una foto de la Campanario sería pegamínico...

ramonkarlos dijo...

La Campanario está violable.

Anónimo dijo...

Papi cuanto tiempo!!!!

Anónimo dijo...

Esta portada tercermundista pide cambio

Haciendo Amig@s dijo...

Oye, gente, que gracias por contestar por mí las preguntas del formspring. A esto se le llama trabajar en equipo y lo demás son coñas.

Anónimo dijo...

Haciendo Amig@s me gustaría hacerlo contigo... sudar hasta quedar agotados... que nuestro pulso se acelere y la respiración se nos salga de control... quieres... ¿hacer footing conmigo?

Tereso dijo...

Bravísimo, un Fantasma de la Opera pasado por el filtro de paso bajo Pegamín.

Anónimo dijo...

En la nueva portada se echa de menos un puticlub

Anónimo triste dijo...

Esto no he querido decirlo en mi primer mensaje pero... cuando era un estudiante y residía en una institución de raigambre militar, a veces en las noches de verano trepaba por el tejado hasta el campanario y hacía sonar la campana ebrio de romanticismo insensato (una campana fundida en tiempos de Alfonso XII). Luego hice correr la leyenda de que además me masturbaba ofeciendo mi fruto a la luna, pero era mentira.

Y también os aseguro que yo no me he ofrecido a ninguno de los blogs Pegamín, que ese será otro anónimo.

Manuel Sainz dijo...

Para haberte matado por esos tejados de Dios por tu romanticismo insensato. Pero no tenias que estropear una leyenda tan bonita como la de tu masturbacion a la luna confesando que era mentira, que esas cosas hacen soñar y todo.

Anónimo triste dijo...

Es que si lo cuento como verdad luego no me vais a creer nada...

Manuel Sainz dijo...

Pues cosas más increibles nos has contado y por lo menos yo me las he creido con los pies juntillos.

Anónimo triste dijo...

Y eso que a mí me pasan muy pocas cosas.

Redundato dijo...

¿porqué estás triste anónimo triste?

Anónimo triste dijo...

No todo el mundo saber estar alegre. Hay gente que se rompe cuando le toca estar alegre. Que no saben. Igual que hay gente que no sabe beber y no sabe drogarse, porque se vuelven tristes o se ponen violentos. Para expresar alegría hay que tener templada la cuerda íntima de la alegría y, de no ser así, te sale un gallo en la risa. O se te pone una cara de gilipollas terrible, que pasas por casualidad delante de un espejo o un escaparate, te descubres en el reflejo y sientes verdadera vergüenza.
A mí me sorprendía mucho viendo el mundial lo que se alegraban los jugadores cuando metían un gol, esos estallidos, esos saltos y esas carreras, joder, que pensaba yo, "¿no se cansarán celebrando así el gol? Ya son ganas de sudar". Seguro que si metiera yo un gol como mucho sonreía de medio lado y echaba la vuelta a paso tranquilo, sin excesos.
Pero sí, hay gente que tiene esa cosa, como los niños, que cuando están contentos van dando saltitos, ya sabéis, con la ligereza del alma, así como tontilocos. Y eso de mayor es mucho más difícil. El ideal sería Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia, creo yo. ¿Como remedar eso sin hacer el ridículo?

Hay gente a la que le toca la alegría y hace el ridículo, o se rompen, o se ponen violentos. Que al día siguiente se lee en El Caso: MATA A TRES POR LA ALEGRÍA.

Anónimo dijo...

O sea, estas triste por lo del fútbol?

Manuel Sainz dijo...

Si, ya son ganas lo de estar alegre con la de motivos que tenemos para no estarlo. Y lo que tu dices, que no todos valemos para representar el papel de la alegria y salir airosos sin hacer el ridiculo.

Anónimo dijo...

77 nos necesita, ha dicho que la Campanario está violable. Es demasiado hasta para sus poliédricos gustos. Parece que el asunto es serio.

Me doy ascopena dijo...

Anónimo triste lo que tiene es un depresión crónica de libro. Y por encima es un plasta, como todos los depresivos.

Anónimo triste dijo...

Creo que me parezco más al Quasi de Disney, al menos en la nariz, que era muy característica. Ya sabéis que les cayó encima la furia de los predicadores cristianos, porque al parecer lo que tiene Quasi por nariz es un pedazo glande como una gominola de veinte duros de hermosa. Y es que los dibujantes de Disney son unos cachondos y muy aficionados a la provocación gay, además.

No es tan exagerada mi nariz pero es redondita, grata a la caricia y a la concavidad.

No estés triste dijo...

seguro que esto te relaja. O por lo menos hace reducir tu congénita tristeza...

http://www.sergioescote.com/wp-content/uploads/2008/05/mierda.jpg

Anónimo triste dijo...

Al anónimo de la ascopena (precioso concepto, por cierto): sepa usted que la melancolía es el sentimiento más exuberante que existe. Si deriva en depresión puede resultar más plano y átono, eso sí. Pero en fin, de eso sabéis mucho los gallegos.

Anónimo dijo...

Y volar, volar tan lejos
Donde nadie nos obstruya el pensamiento
Volar, volar sin miedo
Como palomas libres, tan libres como el viento
Y vivir, vivir lo nuestro
Y amarnos hasta quedar sin aliento
Soñar, soñar despiertos
En un mundo sin razas, sin colores, sin lamento
Sin nadie que se oponga en que tú y yo nos amemos
Soñar despiertos, vivir lo nuestro
Vivir lo nuestro