como los monos de gibraltar

jueves, 5 de agosto de 2010

Gran Reserva Pegamin: Antón Martín (2)

Les había dejado en un tenso cliffhanger al más puro estilo de los seriales radiofónicos: ¿se habrían librado nuestros etílicos protagonistas del acoso de señores raros ,de los que en invierno llevan gruesos abrigos de franela y, siempre, tienen las manos metidas en los bolsillos de manera inquieta, como enfrascados en una eterna búsqueda? ¿encontrarán un bar con gente normal (dentro de lo normal que pueda llegar a ser "la gente", claro), aperitivos del día y lavabos en los que sacar la polla al aire no signifique que se marchite como Christopher Lee cuando recibía de lleno el fogonazo de luz mañanera a la que un apurado Peter Cushing retiraba el cortinón del castillo al grito de "maricón el último" en esas películas de la Hammer? ¿tienen nuestros amiguitos derecho a embriagarse, cual emigrantes desarraigados, con total tranquilidad sin que les molesten (a lo sumo que un taimado chinoriental les ofrezca rosas, películas o esos extraños chupetes de neón o diademas luminosas de heroína de anime)? Yo, como el Thor de la Marvel, digo NO!!!

En la anterior entrega les había dicho que, en principio, nosotros no íbamos buscando el alterne con estas fenomenales personas, que era la mala suerte, el destino cruel, el hado perverso, que mi ascendente géminis me machaca, la pertinaz sequía, el calentamiento global y que el Madrid otra vez campeón de Europa....pero, como verán, a partir de ahora la historia llega a un punto de inflexión motivado por el hecho de que lo que nos suceda a partir de ahora nos lo merecemos todo, todito.Por cachondos mentales y simpaticones: ¿no quieres caldo? pues ponte el bañador, gilipollas.

Resulta que mientras tratábamos de dilucidar que haríamos a continuación, uno de nuestros intrépidos protagonistas (vamos a llamarle Toñín, por ejemplo) tiene una terrible idea, seguramente inducida por las malas vibraciones de este barrio, por esa angustia vital que encapota la zona, ese campo de fuerza de mal fario ya que aquí el Lado Oscuro intenso es.
La idea chunga consiste en buscar a Angel, pero...¿quién es Angel? Angel es una entidad supraterrenal, con forma humana de prejubilado: calva que brilla como el Faro de Punta Umbría, porra con una intrincada red de capilares rotos (que dicen ha vuelto loco a más de un investigador de la Universidad de Miskatonic, que trataron de descifrar el supuesto Código Illuminati que se escondía tras su disposición) y un bigote generoso, erizado e invicto, canoso y poblado y, por lo visto, calentito, y muy apto como ecosistema portátil. Angel, quien inspiró frases del imaginario colectivo como "beberse hasta el agua de los floreros", "vienes cargadito para no dar dos viajes" o " a mí me gusta el pim-pi-ri-ri-pim-pín". Angel, ex-legionario, ex-gorila de puticlub de tercera regional, ex-trabajador(?), ex-traño. Angel, que nos regaló a toda la concurrencia, en la boda de su entonces compañero de curro Toñín, un inolvidable striptease (inolvidable no por no hayamos intentado todo, incluso la regresión, el re-birthing y la hipnosis, si no porque quedó registrado para la posteridad en el making-off de la boda) rematado por un desnudo integral, con los brazos levantados, las piernas semiflexionadas, los gayumbos (turbo, raídos y de un color manierista, como una pota de bebé) enrrollados en los tobillos, sonrisa beatífica, calcetines verde botella-de vino-Savin y los huevos más colganderos y pendulares que he tenido la suerte de ver. Daba gloria verle: como un Greystoke crepuscular, haciendo la ola mientras la concurrencia gritaba, reía, se apartaba y los camareros se quedaban pillados. Gracias, Angel... cuando el viento susurra, lleva tu nombre: Angel, Angel, Angel...

Pues ése Angel.

 Dramatización


Resulta que se prejubiló, pilló unos kilos (de pesetas) y se los pulió en un añito más o menos. Vivía en una pensión del barrio y "colaboraba al más alto nivel" en un bareto de la zona. Cuando Toñín expresó su voluntad de buscarle para ver qué tal seguía y tomarnos "una caña con él" de repente el mundo se detuvo, sonó el aullido de un perro-lobo y tuve un dejá-vu: recordé cuando de pequeño se lee El Señor de los Anillos y de pronto la Compañía tiene la idea de atravesar Moria, y uno piensa: "mal rollito, tíos" o en una de esas sagas tipo "Viernes 13", uno de los absurdos protagonistas dice: "quedaos todos aquí que yo voy a esa siniestra mansión", que, estoy seguro, hasta el psycho de turno tiene que pensar "vamos, no me jodas, chaval". Pues eso.

Miramos en un par de bares de cabecera y ni rastro de Angel. "Hoy no ha venido", "mirad en tal", "mirad en cuál"...estábamos ya decididos a dejar de buscar e irnos a algún paf a apoyarnos en la barra y darnos codazos cuando pasara alguna panterita, cuando decidimos comprar tabaco en un baretucho oscuro y sucio que estaba cerrando. Estoy convencido de que los planetas (los cuerpos celestes no esos drogadictos de Granada) se alinearon en nuestra contra porque ¿saben quién estaba pegadito a la máquina de tabaco, bebiéndose un vinacho y fantasmeando? Sí. El stripper.

 Entre la Posada del Fin del Mundo y el No Fun

Bar ¡¡¡!!! - Una mezcla del Agujero Negro de Calcuta, el zulo de Ortega Lara, el tren de la bruja de las fiestas de su barrio, el plató de Saw, la keli del yonki al que pillaban costo antaño, la Casa de los 1.000 cadáveres, la celda de castigo de una prisión turca, un paseo de noche por Las Barranquillas, un suburbio de Bangkok y la Casa del Gran Hermano. Vaya tela! Un bar asfixiante, claustrofóbico, con una extraña construcción tras la barra, que era un cruce entre botellero, vitrina y Gabinete de Curiosidades. Oscuro como un bar de rock malasañero, con pasadizos como Las Cuevas del Vino de Chinchón y las paredes con tanta nicotina, restos de vino y vaya usted a saber, que si te apoyabas se quejaba y estremecía. Probablemente los microorganismos microbianos que se habían adueñado de su superficie no solo eran entes vivos sino que, probablemente, había desarrollado sistemas políticos. El suelo no sé cómo era porque tenia tantas servilletas, cabezas de gamba y pipos de aceituna que no se veía. El tipo humano pues imagínense: señores que debían conocer el secreto del Viaje en el Tiempo porque lucían mostachones y camisas de solapón, amén de pantalones acampanados y botines chulos, que solo se daban en la época ye-yé. Y de entre todos estos príncipes del vintage, destacando con luz propia, un primus inter pares, ÉL, nuestro Angel, su Angel de ustedes: el Angel de España.


¿Qué les puedo decir del encuentro? Alegría, alborozo, ganas de vivir, pon-de-beber-aquí, risotadas, buen rollito, gudbabreisions...A los demás un férreo apretón de mano y a su colega Toñín una ristra de collejas y manotazos cariñosos que le dejó el cuello en carne viva. Nosotros, a una distancia prudencial, viendo como su recia mano impactaba en el cuello y cara de nuestro colega una y otra, y otra y otra, y otra vez más mientras la zona se iba enrojeciendo gradualmente hasta hacerle parecer un Gusi-Luz, y coreando los impactos con onomatopeyas como "zasca" o "traca,traca". Tuvimos que distraerle con un vino de calidad para que dejara en paz a la criatura. Angel, ya se lee, es un personaje excesivo y tiene mucho amor que dar (y que recibir, por lo visto, si nos atenemos a sus historias de putas).  A todo esto nosotros muertos de risa por la alegría del reencuentro. Angel usándonos para avalar su fantasmagoria con los compañeros de barra: "que si yo era el putojefe", "que se me cuadraba la directiva", "que cuanto me quieren estos chicos", "quenofaltedená",etc...Y mi colega Toñin, ebrio de felicidad (y de cerveza) tirando todo lo que no estaba atornillado al suelo. Al principio lo típico: "no te preocupes , chavalote, que eso le pasa a cualquiera". La segunda vez que tiró el palillero, tras haber tirado un vaso, un botellín y un servilletero, en un estado de desorientación de grado 33 (que yo achaco a la curricata que le dió su ex compañero, que le tuvo que remover el celebro), ya nos miraban raro. Y Angel a lo suyo. Contándonos que hace unos días había visto a Antonio Canales (!!!) y "le había puesto firmes", diciéndole "tú no sabes bailar ni ná" y que le había bailado un zapateado para que el artistucho pillara escuela. Esto hizo que le admiráramos aún más (si cabe). Y de pronto, la DEMOSTRACIÓN:  Angel que se arranca, se encoge un poco, se tira un poquito de los pantalones, a la altura de las rodillas, y empieza a hacer algo divino: una mezcla de tai chi, capoeira, baile flamenco, kung fu (pero un kung fu como si Chiquito de la Calzada hubiera entrenado a Bruce Lee para Operación Dragón) y, de medio lado, con sonrisa picarona y a saltitos, como Angus Young cuando le da el telele, avanzaba hacia nosotros de manera cadenciosa pero inexorable. De nuevo tuve uno de esos momentos de angustia y visión efecto túnel con la figura de Angel ahí, al fondo, distorsionada, con su bigote. Qué momentazo, que diría la Izaguirre.
Nos salvo el dueño del bar que, amablemente, nos invitó a marcharnos a la puta calle para que pudiera cerrar y olvidarse de esa escena con ayuda de los suyos.
Yo aquí ví la salvación y, rápidamente, quise despedirme del derviche bolinga pero éste estaba tan contento que no iba a dejar que nos fuéramos así. "Vosotros os venís conmigo, que ya veréis que soy el puto amo del barrio. Os voy a llevar a los mejores sitios. Esta noche no se duerme". Eran las 12 de la noche. La hora de las brujas. Y de los fantasmas. Sobre todo de los fantasmas.

(Continuará...o no)

13 comentarios:

priest dijo...

Jajajajajaja

Algo raro ha sucedido en este post. Alguna energía extraña ha saltado de tu ordenador, Julito, al mío porque, como si de una chica despelotándose se tratara, un mini Angel ha aparecido en mi pantalla y ha cruzado mi escritorio haciendo el zapateo medio chiquito medio AC/DC. Luego me ha mirado y me ha dicho "Yo creo en ti".

Don Julito dijo...

Oye...te queda algo de eso que te has metido?

Ángel, el putoamo dijo...

Julitoooo, vámonos de putas, coño. ¡QUESTE FINDE ARRASAMOS!

Don Julito dijo...

Pues vámonos pero pagas tú

priest dijo...

Si, medio pollo.

Pero no me ha quedado muy allá. Creo que he echado poco vino blanco y ha quedado un poco sosete.
Te lo mando en un taper, aún así.

Don Julito dijo...

Mandadme lo que buenamente podáis, que estoy pasando por momentos muy difíciles

priest dijo...

He quedado para cenar con la vecina. Si sobra tortilla te mando un trocito. ¿Le pongo cebolla o eres de "esos"?

Anónimo triste dijo...

La tortilla siempre con cebolla.

priest dijo...

Por cierto, en el AhorraMas tienen 2*1 en los gazpachos. Te sale el Alvalle a 1,50 y el Alipende a 0,75.

Anónimo triste dijo...

Yo fui muy seguidor de los gazpachos en brik, el verano pasado. Me ponía fino con los del Eroski. Pero al final todo cansa y le pillas el retrogusto ese tramposo que tiene.

Don Julito dijo...

Hombre, Priesito, pues preferiría que la tortilla te la metieras por el culo e ir yo a cenar con tu vecina...a ella le gustan las cosas que terminan en -olla o es de "esas"?

y yo con cebolla, siempre...todo con cebolla, hasta las magdalenas

priest dijo...

Yo creo que no, que es de las otras. Vamos, seguro.

Don Julito dijo...

Hijoputa, hazme hueco y le hacemos un numerito que se caga la perra