como los monos de gibraltar

martes, 27 de septiembre de 2011

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy hermoso.

Anónimo dijo...

Calla, zorranca.

Anónimo dijo...

A saber qué estaría buscando el puto bizco para dar con esto, algún video de su padre, que aún no sabe quién es. El bedel es el pobre diablo que tuvo que cargar con tanto mongolismo.

Anónimo dijo...

Si el desarrollo psicosexual sigue el camino previsto, las personas con retardo mental llegan a la elección afectiva de un compañero con quien compartir afectos y contactos corporales de exploración descubriendo el cuerpo del par como fuente de gratificación y expresión del amor, del mismo modo que les sucede entre niños durante la etapa escolar. No es raro ver a dos de ellos tomados de la mano o emprendiendo un juego corporal con neto tinte afectivo, sin distinción de sexos. Es importante destacar que en este nivel de comprensión mental no existe la posibilidad de hablar de homosexualidad como elección de objeto, es decir que el impulso de estos chicos hacia aquellos con quienes se pudo acordar un buen vinculo afectivo y sus formas de manifestación estarán de acuerdo con el nivel mental y no con expresiones adultas.

Es común que niños con síndromes de down manifiesten el deseo de tener novio o novia y también de vivir juntos, casarse y tener hijos, si es que mantienen un vínculo afectivo con la pareja elegida.

Estas manifestaciones son el resultado del interjuego entre las identificaciones de roles masculinos y femeninos y de los modelos sociales que imitan, mucha veces reforzados desde la sociedad. También utilizan expresiones del lenguaje popular como chistes de doble sentido, que manejan como si entendieran su significado, cuando en realidad para ellos tienen otra connotación y no pueden comprender el simbolismo que les da el adulto.

paca dijo...

Parece un pescadito