como los monos de gibraltar

jueves, 22 de marzo de 2012

Prácticamente inefable

Cuándo: después del cole, en una hermosa tarde de primavera, cuando ya ha anochecido
Dónde: en una placita del añejo Madrid de los Austrias
Quién: un niño de unos trece años, a otro de la misma edad
Qué: "Siento el pecho acongojado."

Yo quiero pedir un cambio de generación, pero no sé si me lo concederán.

9 comentarios:

Tereso dijo...

tiene un aire "triste" tu texto. te has acercado a decirles algo, les ofreciste calor corporal, unos vahos, algún ungüento, algo?

Anónimo dijo...

Acechando a los niños a la salida del cole. Dáis asco.

Anónimo dijo...

Un director de cine, José Manuel, separado de su mujer y con dos hijos con los que apenas tiene relación, prepara una película, "Me deprimo despacio". Colabora en el guión su amigo Federico, que acaba de ser abandonado por su esposa

Anónimo dijo...

Pero qué pecho, Silvi, ¿el tuyo?

Anónimo dijo...

Pero qué pecho, Silvi, ¿el tuyo?

Miralasilvia dijo...

No les ofrecí nada, ni pecho ni nada. Es que iba con las bolsas del super y en ese plan no se liga nada.

paca dijo...

Dijo: "...acongojado"?
Eso no eran niños, eran manifestaciones jungianas.

Anónimo dijo...

Te ha bailado una letra del título. Querias decir 'inlefable'

Tereso dijo...

yo leí lo mismo que el anónimo.