como los monos de gibraltar

jueves, 30 de agosto de 2012

¡Esto es verdad! V

Hoy me he visto educadamente obligada a ver esto hasta el final. He gritado un poquito porque he sentido algunas cosas, todas incómodas. Sentí ardor en las mejillas, zumbido en los oídos y se me ha erizado el vello. He odiado mucho y yo no soy de odiar, soy de amar, por si alguien lo dudaba.

No tiene nada que ver, creo, pero mi madre se parece a Barbara Rey, mucho, de pararla por la calle y mirarla en los restaurantes. Bueno, ahora ya no se parece tanto porque ha perdido la cintura y se ha hecho un "corte de pelo moderno" (sic), un corte de Señora Que Ha Quemado Los Puentes, tirado a la basura el tubo de Vaginesil y optado por la comodidad, es un zapato Crocs en la cabeza el peinado de mi madre. El corte de pelo de esperar la muerte, pacientemente pero sin pausa.

Y a lo que a mi respecta, a pesar de mi edad sigo siendo heterosexual, eso es algo que no puede decir todo el mundo. (¬_¬)

 Y aquí os paso la patata que arde:
 

lunes, 27 de agosto de 2012

¡Esto es verdad! IV


La primera chica que me besó fue una francesa que respondía al apelativo de Nunú.
Tenía muchas pecas y aunque era más alta que yo porque sus once años la habían cundido mucho, cuando me perseguía por el jardín, nunca me conseguía atrapar.


Según un viejo papel, estoy casado con ella.

miércoles, 22 de agosto de 2012

¡Esto es verdad! III

La primera chica que me gustaba, y a la que gusté, era una pecosa muy mona llamada Diana. Nunca nos dijimos nada al respecto pero los dos lo sabíamos.

Dos años más tarde, ella empezó a sangrar por el coño y fue, uno por uno, flirteando con mis cuatro mejores amigos.

martes, 21 de agosto de 2012

¡Esto es verdad! II


La primera vez que escribí en la lista de Mondo Brutto, lo hice con una cuenta de email distinta a la habitual que cree ex profeso para tal efecto.

El recibimiento fue tan caluroso que nunca, nunca más volví a utilizar esa cuenta.

lunes, 20 de agosto de 2012

¡Esto es verdad! I



Cuando voy con la bici y paso al lado de una chica, a veces giro la cabeza para volver a verla.
Acto seguido, giro la cabeza al otro lado con cara de preocupación, como diciendo "el tráfico está fatal, hay que ir con mil ojos".