Si los santones indios se beben sus meaos como dieta purificadora y viven cientos de años, no sé qué tiene de malo que le refresquen a un galápago con lluvia dorada, a no ser que la joven orine vitriolo como el mostro que acosaba a la teniente Ripley. Ahí ya me callo a la madrileña...
3 comentarios:
Menuda hijaputa, pobre bichín. Le meaba yo en un ojo estirándole un parpado a ver si le hacia gracia.
Ojalá le venga una tortuga ninja vengadora y le defeque en la boca.
Si los santones indios se beben sus meaos como dieta purificadora y viven cientos de años, no sé qué tiene de malo que le refresquen a un galápago con lluvia dorada, a no ser que la joven orine vitriolo como el mostro que acosaba a la teniente Ripley. Ahí ya me callo a la madrileña...
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