Además yonqui de ésas que pasaban costo y cuando les pedías que se estirasen te cortaban unas virutas casi traslúcidas que parecía que las habían hecho con un sacapuntas. Y encima te decían: pero si ahí van por lo menos dos porros más, coleguita.
Como una que se llamaba Lola, que tenía un bajo en la Vía Trajana. Donde nunca molaba entrar por lo que te podías encontrar y porque había una caseta de urbanos en un descampao que paraba al tun tun. Pasaba farlopa a horario muy flexible, pero con el costo la muy hijadeputa metía unas púas de lenguas de milímetro. También me llevaron una vez a pillar al piso de una puta. Creo que se llamaba Mariajo, un rollo tenso de cojones, puritito silencio de casa de putas en las cortesías...
Esas caras de vagina dentata, tan británicas, como la Purdey de LOS NUEVOS VENGADORES o la Joan Collins, con rictus de asco, como si no acabasen de acostumbrasen a oler su propio aroma de coño, seguro que tan piñudo como el jeto.
6 comentarios:
Adorable!! No sé a donde mirar, si al grupo de Step o a las lentejuelas...
Yo no puedo apartar la vista de Susana y sus movimientos de androide defectuoso a punto de colapsarse.
Menuda cara de yonqui que tenía la menda
Además yonqui de ésas que pasaban costo y cuando les pedías que se estirasen te cortaban unas virutas casi traslúcidas que parecía que las habían hecho con un sacapuntas. Y encima te decían: pero si ahí van por lo menos dos porros más, coleguita.
Como una que se llamaba Lola, que tenía un bajo en la Vía Trajana. Donde nunca molaba entrar por lo que te podías encontrar y porque había una caseta de urbanos en un descampao que paraba al tun tun. Pasaba farlopa a horario muy flexible, pero con el costo la muy hijadeputa metía unas púas de lenguas de milímetro. También me llevaron una vez a pillar al piso de una puta. Creo que se llamaba Mariajo, un rollo tenso de cojones, puritito silencio de casa de putas en las cortesías...
Esas caras de vagina dentata, tan británicas, como la Purdey de LOS NUEVOS VENGADORES o la Joan Collins, con rictus de asco, como si no acabasen de acostumbrasen a oler su propio aroma de coño, seguro que tan piñudo como el jeto.
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