¿Pensaría en estas cosas el estudiante de quimicas Vladimir Likhonos cuando mezcló el chicle que mascaba con una sustancia explosiva que utilizaba en sus experimentos en lugar del ácido cítrico que gustaba de tener cerca para potenciar el sabor? No lo sabemos. Ahora, una explosión en la mandíbula más tarde, ya solo podemos conjeturar.
PD: Esta entrada iba a ir acompañada de una foto pero me he dado cuenta de que era de muy mal gusto. En su lugar he puesto una imagen del plato típico ucraniano, el Pollo Kiev, que está de puta madre.
3 comentarios:
Sí, después de la de Silvio, ya sería entrar por la senda del gore... Luego habría que obligar a Ramón a colgar fotos de mastectomías y mujeres rociadas con vitriolo. Aunque lo mismo se triplicaban las visitas. La gente es muy suya.
Pues pon un enlace, pichafloja
Yo hubiese ilustrado el post con un par de adolescentes ucranianas follando como perras.
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