Se acaba el año y eso quiere decir que... ¡falta ya menos para el APOCALIPSIS! Ese Apocalipsis que nunca acaba de llegar y nos tenemos que conformar con tristes amagos, con epidemias de gripes que se quedan en nada, con aceleradores de partículas construidos por científicos locos inútiles que no son capaces de generar ni un mísero agujero negro, con terroristas del tercer mundo que nunca serán capaces de ese acto definitivo de destrucción masiva... todo muy cutre y con un body count lamentable que nunca podrá acercarse a un verdadero Apocalipsis.
Naturalmente siempre nos quedará la ficción para intentar consolarnos, pero aunque el 2009 ha sido rico en ficciones apocalípticas, la calidad ha dejado que desear... Roland Emmerich y su 2012, McG y su Terminator Salvation, incontables pelis de zombis... todo ha sido un querer y no poder.
Y es que es hora de enfrentarnos al hecho que ninguno de estos sucedáneos podrá nunca hacerle sombra al APOCALIPSIS como dios manda. Literalmente. Porque la puta verdad es que el mejor Apocalipsis de todos jamás descrito está en la jodida Biblia. San Juan, posiblemente hasta las cejas de alguna sustancia alucinógena de uso en la época, describió una barbaridad de putas babilónicas montadas en bestias de muchas cabezas, de monstruos con forma de langosta y cola de escorpión, de resucitados, de ángeles y demonios guerreros, de aguas convertidas en sangre, destrucción de ciudades, masacre sin límites, estrellas caídas del cielo, fuego, granizo, conspiraciones, plagas tremebundas, jinetes del Apocalipsis y bichos de seis alas. Todo descrito en unas pocas decenas de páginas.
Quizá el problema es que el Apocalipsis sagrado, ese en el que deben creer todo buen cristiano, es una cosa tan tremenda y exagerada que resulta excesivo para la imaginación del ser humano medio que no abuse de las drogas. Eso explicaría porque casi todas las historias que genera la cultura pop en torno a tan magno evento ESTÉN TAN MAL CONTADAS, simplificando mucho la cosa y, sobre todo, cambiando el argumento. Porque una constante irritante en todas esas historias es pretender que el Apocalipsis es cosa de diablo, tan perverso él, que quiere acabar el mundo. Y NO VA DE ESO LA COSA. Es más, es exactamente lo contrario. Es el puto dios el que decide cerrar el chiringuito, cansado ya de tanta tontería humana, y bajar a la tierra a poner orden de una vez por todas a hostia limpia. El asunto es ajustar cuentas y darle a cada uno lo suyo, a lo Chuck Norris. Los buenos, los humildes, los vírgenes, los temerosos de dios, serán recompensados; y el resto a patadas al infierno. Y el demonio, pobre iluso, trata de impedirlo porque le interesa que la fiesta continúe, que él se lo pasa pipa corrompiendo a los humanos. Por eso lidera a los ejércitos de la tierra en la batalla de Armagedón contra los ángeles, comandados a su vez por Jesusito, que ya se ha olvidado de su pasado hippie y regresa para repartir estopa.
Estáis avisados, pecadores de mierda.
Naturalmente siempre nos quedará la ficción para intentar consolarnos, pero aunque el 2009 ha sido rico en ficciones apocalípticas, la calidad ha dejado que desear... Roland Emmerich y su 2012, McG y su Terminator Salvation, incontables pelis de zombis... todo ha sido un querer y no poder.
Y es que es hora de enfrentarnos al hecho que ninguno de estos sucedáneos podrá nunca hacerle sombra al APOCALIPSIS como dios manda. Literalmente. Porque la puta verdad es que el mejor Apocalipsis de todos jamás descrito está en la jodida Biblia. San Juan, posiblemente hasta las cejas de alguna sustancia alucinógena de uso en la época, describió una barbaridad de putas babilónicas montadas en bestias de muchas cabezas, de monstruos con forma de langosta y cola de escorpión, de resucitados, de ángeles y demonios guerreros, de aguas convertidas en sangre, destrucción de ciudades, masacre sin límites, estrellas caídas del cielo, fuego, granizo, conspiraciones, plagas tremebundas, jinetes del Apocalipsis y bichos de seis alas. Todo descrito en unas pocas decenas de páginas.
Quizá el problema es que el Apocalipsis sagrado, ese en el que deben creer todo buen cristiano, es una cosa tan tremenda y exagerada que resulta excesivo para la imaginación del ser humano medio que no abuse de las drogas. Eso explicaría porque casi todas las historias que genera la cultura pop en torno a tan magno evento ESTÉN TAN MAL CONTADAS, simplificando mucho la cosa y, sobre todo, cambiando el argumento. Porque una constante irritante en todas esas historias es pretender que el Apocalipsis es cosa de diablo, tan perverso él, que quiere acabar el mundo. Y NO VA DE ESO LA COSA. Es más, es exactamente lo contrario. Es el puto dios el que decide cerrar el chiringuito, cansado ya de tanta tontería humana, y bajar a la tierra a poner orden de una vez por todas a hostia limpia. El asunto es ajustar cuentas y darle a cada uno lo suyo, a lo Chuck Norris. Los buenos, los humildes, los vírgenes, los temerosos de dios, serán recompensados; y el resto a patadas al infierno. Y el demonio, pobre iluso, trata de impedirlo porque le interesa que la fiesta continúe, que él se lo pasa pipa corrompiendo a los humanos. Por eso lidera a los ejércitos de la tierra en la batalla de Armagedón contra los ángeles, comandados a su vez por Jesusito, que ya se ha olvidado de su pasado hippie y regresa para repartir estopa.
Que no, que no es la batalla del Abismo de Helm, tarugo
Pues no hay manera. Desde la peli que abre este artículo, con Arnold a hostias con un Satanás salidísimo, pasando por ese clásico que es La Profecía y hasta la más reciente serie de Supernatural, en todas las historias Lucifer quiere destruirnos y las fuerzas divinas salvarnos. Un desastre. Y todo además muy mal hecho, muy realista todo, sin putas babilónicas, sin dragones de siete cabezas y diez cuernos, sin aniquilamientos de la tercera parte de la humanidad de un soplo, sin escenas delirantes de visiones lisérgicas.Criatura, que nos quiere ayudar y nadie le comprende
Y uno, cansado ya de tanta chorrada, casi anhela ese Día del Juicio, un verdadero espectáculo en technicolor chillon y 3D virtual surround con trompetas celestiales y efectos especiales made in heaven que dejarán en bragas los cgis cantosos de Emmerich y los héroes casposos que salvan al mundo.Estáis avisados, pecadores de mierda.
8 comentarios:
JAJAJA ay mi madre!!!
Paca, que no espera usted ni a que termine de editar el artículo. Espero que le haya gustado.
Feliz fin de año a todos, condenados.
Me ha encantado Sr. Haciendo Amig@s.
Así le den fufa rica!!
Champán bibimus, uvas edimus.
Muy guapo el post, sí señor
Asi da gusto levantarse por la mañana. Lo que no he entendido es por qué has puesto una foto de Ender vestido de ac/dc. ¿Es por el disco highway to hell?
Pues parece que el Apocalipsis ya les ha llegado a los del focoforo. Quién lo iba a pensar. Yo pensaba que el Pegamín sería el que desaparecería primero en un holocausto de tetas, lefa y robots alienígenas, todo a ritmo de heavy.
No somos nadie.
Que lejos queda el apocalípsis tras el campeonato del mundo de fútbol. ¿O no?.
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