CIENCIA-FICCIÓN GUARRA 23: SATURNO 3, el robot de subidón

"Saturno 3" es una película de 1980, dirigida por un Stanley Doney francamente despistado,  atrapado por el torbellino de películas que intentaban prosperar en la estela de la fiebre de Star Wars. Poco apreciada en general, merece no obstante un lugar destacado dentro de la ciencia-ficción guarra. La cosa va de un tipo muy moderno (no lo digo yo, lo dice el propio personaje), interpretado por Harvey Keitel,  que llega a una base espacial donde están solitos y felices un demacrado Kirk Douglas y una Farrah Fawcett boba de todo. La parejita vive contenta en su nido de amor, apartada de moderneces y chorradas, follando como conejos . Harvey Keitel, que viste de negro, es un asesino, toma drogas y le gusta el sexo a tope, pronto intenta camelarse a la rubia tonta con pastillitas de colores y proposiciones deshonestas del tipo "ese viejo ya no te da marcha". Lo normal. Pero es que además se trae un robot feo de cojones llamado Hector al que programa con sus mismas pautas mentales. El resultado es de esperar. El robot resulta ser un alumno aventajado y se intenta beneficiar a la Farrah (no se sabe bien como pretendía hacerlo, porque carece de órganos adecuados, pero algo intenta...). Hay que tener en cuenta que el bicho mecánico tiene el cerebro desnortado por las  ondas cerebrales de un pastillero. La cosa se desmanda y ya no tiene demasiado interés, sobre todo por esa moraleja tan extraña que tiene la peli que resulta difícil de precisar. ¿Las drogas y el sexo libre conducen al fascismo? ¿Las rubias tontas tienen derecho a elegir  pareja? Yo que sé. Es muy raro. Pero nos quedamos con ese robot, "un semidios" como dice Harvey Keitel durante la peli, que se descontrola al ver al Ángel de Charlie más cañón y pierde los papeles. ¿Quién no? Criaturita. Solo quería un poco de amor.