como los monos de gibraltar

domingo, 11 de abril de 2010

SEXONOMICÓN 2


Maripuri y su amiga Jenny se conocían desde el colegio. Siempre fueron amigas de las de verdad; se lo contaban todo, hablaban de chicos, de sus problemas familiares, de sus inquietudes sobre el futuro... eran como hermanas del alma. Pero al llegar la adolescencia Jenny comenzó a cambiar. De pronto ya no quería ser diseñadora de modas, como siempre le había confesado a Maripuri. Se volvió gótica, se pintaba mucho, vestía de negro y andaba con chicos peculiares que tenían grupos de música con nombres como "Sexo satánico" o "Pandemonio Anal". Fumaba cigarrillos que no olían  como los normales, siempre parecía constipada porque le moqueaba mucho la nariz y se puso piercings en sitios del cuerpo inimaginables. Iba a garitos de mala fama donde ponían música de mucho ruido que siempre hablaba de demonios y donde la gente tomaba drogas; o por lo menos lo parecía porque todos se comportaban como subnormales  
Maripuri estaba un poco asustada. Jenny ya no estaba interesada en sus preocupaciones sobre su futura carrera como profesora de niños discapacitados. La miraba raro y le hablaba de los viejos dioses, de los primigenios y barbaridades que Maripuri no entendía. Incluso intentó convencerla para participar en una ceremonia "para desgarrar el velo entre realidades" o algo así. Eso ya fue demasiado para Maripuri. Decidió dejar de ver a Jenny y evitar las malas compañías. Pero un día recibió una llamada de una Jenny sollozante que le suplicaba viniera a verla al piso que compartía con un chico porque estaba desesperada y pensaba en suicidarse. Maripuri era una buena chica y corrió a salvar a su amiguita de la infancia. Al llegar al lugar donde vivía Jenny, alguien la golpeó por detrás. Quedó inconsciente y al despertarse estaba atada en una postura antinatural, desnuda. Jenny estaba a su lado armada con un enorme dildo bicéfalo. Lo que pasó después nadie lo sabe. Los vecinos escucharon gritos y jadeos. Pero como eso era lo normal  de todos los días no le dieron importancia. Las gentes del barrio marginal en donde Jenny vivía que no estaban borrachas o drogadas (es decir, la anciana del piso de renta baja de enfrente) vieron un destello de luz salir de las ventanas del piso de Jenny, como "si se hubiera rasgado el velo entre realidades" , declaró la testigo antes de que se la llevaran al asilo de ancianos dementes ante la alegría de su casero. Nadie volvió a ver a Maripuri ni a Jenny, pero nació la leyenda urbana de que una extraña mujer recorre los garitos de la ciudad buscando chicos góticos, jevis, emos despistados y hasta algún perroflauta de paso, para llevárselos a un descampado y devorarlos después de transformarse en un espantoso monstruo tentacular bicéfalo de otra dimensión. Lo cierto es que el barrio ha mejorado mucho y hasta se están construyendo pisos de lujo. Nadie se preocupa por las misteriosas desapariciones de gente joven alternativa  que acontecen todos los fines de semana en la ciudad.  

21 comentarios:

cuéntaselo a asun dijo...

Lo más abominable es que, como muestra la instantánea del paparacho, se pusieron a hablar en japo cuando no les pegaba nada, que las dos tenían voz más tipo Belén Esteban.

paca dijo...

La amenaza del dildo bicéfalo... Está mona su historia, abunda en esa maravillosa sospecha atávica tan característica de todo relato erótico protagonizado por mujeres.

Haciendo Amig@s dijo...

Yo tengo sospechas atávicas hasta de los gatos.

Manuel Sainz dijo...

Que fenomeno paranormal ocurriría para que Jenny abandonara su saludable intención de querer ser diseñadora de moda y se convirtiera en un adefesio?
El mostruoso fenomeno de la adolescencia, que horror.

Haciendo Amig@s dijo...

No, lo que pasó es que Jenny tomó conciencia de que nuestra realidad es simple apariencia y que detrás de ella se ocultan los abismos de los primigenios, los dioses primordiales amorfos que son los verdaderos amos de nuestra dimensión.

Eso y que descubrió las pollas y las drogas y como combinarlas de formas aberrantes.

Manuel Sainz dijo...

Ay, esos dioses primordiales que se llebaron a Jenny y a tantos otros por el camino de la perdición. ¿O es por el buen camino? Depende como se mire, claro.

dunkeleith dijo...

Los dioses primigenios no existen, cuando te mueres lo que hay es un enorme gustano que devorará vuestras almas y os sepultará en un infierno de jugos gástricos por toda la eternidad, pues en sus entrañas no existe el tiempo.

Manuel Sainz dijo...

Entonces ¿era verdad esto del absurdo exitencial?

dunkeleith dijo...

Lo que se conoce como "vida" es solo el proceso que usa el gusano para atraer a sus víctimas a su estómago.

Resulta un proceso irreversible, pues la atracción resulta casi absoluta y se consuma siempre de forma inevitable.

Fuera del momento de atracción por parte del gusano está la nada.

El mero hecho del nacer-tomar consciencia implica ya acabar en el estómago de la bestia.

El hecho de que creas en el absurdo existencial o no no implica nada. En el fondo de cada ser existe la conciencia de que acabará en el infiero, es por ello que intenta diversos subterfugios como buscar la vida eterna o intentar suprimir su ego o encontrar el nirvana o lo que sea, pero da lo mismo.

Esos intentos del no-ser de escapar del gusano siempre son demasiado leves como para superar la atracción y volver a la no-vida.

wiñinger z dijo...

pero qué socialdemócrata...

dunkeleith dijo...

Pegamin es un reducto socialdemócrata o "progre", supongo que en el buen sentido de esta última palabra.

dunkeleith dijo...

Al menos progre en el sentido que tenía hace 30 años.

paca dijo...

Espero que no sea así, yo encuentro la actitud de este sitio más próxima,en algunos momentos, a la exuberancia anarquista que a la anodina derecha educada de la socialdemocracia.

Progre, pues no lo sé, no creo que este sitio sea progre.

Chicas creéis en el progreso cómo característica fundamental del devenir histórico y paisaje moral de todo el tejido social. Cómo algo que debe de ser no solo reconocido sino activamente desarrollado?

A mi, personalmente, me da que no...

dunkeleith dijo...

Hace años cuando empezó la revista ElVívora se decía que eran el no va mas de lo progre.

De aquella ser progre molaba.

Ahora ser progre es ser de derechas sin duda, pero en aquellos tiempos era otra cosa.

Yo mas que nada era para responderle a Weininguier Z, jojo, es que no sabía muy bien por donde irme.

Manuel Sainz dijo...

Me temo que me he perdido entre tanta progresía y tanta explicación de la naturaleza natural que se conlleba a si misma como el gusano que se es propiamente dicho.

dunkeleith dijo...

No es eso, es que la verdad te ha asustado...

Haciendo Amig@s dijo...

Si esto de lo que va es de justificar de la manera más chorras el poner imágenes hentai delirantes en el blog.

Es un poco como aquellos míticas fotos del Interviú, que te ponían fotos de jamonas y se inventaban unos textos rarísimos para acompañarla, dámdole un nombre ficticio a la guarra de turno e inventándose una historia. Me acuerdo de uno en que salían dos tetonas bañándose y el texto se titulaba Escila y Caribdis, una cosa rarísima que enlazaba las fotos para pajearte con la mitología más bizarra. Creo que los escribía el Coll, sí, el de Tip y Coll. Habría que recuperar aquellos textos bizarros que acompañaron a mis primeras pajas y que contribuyeron a hacer de mí el pajillero ilustrado que soy ahora.

Mira que se os va la pinza...

paca dijo...

Se pajeaba con Interviú? Qué kitsch! siempre me pareció imposible...
Mis primeras pajas fueron como las de santa Teresa, místicas...

bernini dijo...

un ángel le clavó... una flecha, bueno, o algo ¿no, doña paca?

paca dijo...

jajaja no, eran como raptos, después me costaba acordarme de lo que paca había hecho.
Los ángeles no clavan nada, son espíritus puros. Y aburridos.

dunkeleith dijo...

Yo estaba intentando explicar lo que acaba de decir haciendo amigos pero me perdí por el camino....