como los monos de gibraltar

martes, 22 de junio de 2010

SEXONOMICÓN III

Aureliana era una estudiante de Bellas Artes obsesionada con los penes gigantes. Su azarosa vida sexual estaba orientada a encontrar el pollón definitivo, el falo último que la llenara por completo. Porque Aureliana era una chica sensible que tenía un gran vacío en su interior, un abismo sin fondo. Nos referimos, claro está, a su vagina. Por culpa de esa ansia de su horror vacui sexual, Aureliana se embarcó en una vida amorosa promiscua y bohemia, liándose con los individuos más variopintos que lo único que tenían en común eran sus atributos desproporcionados. Por la cama de Aureliana pasaron vendedores ambulantes etíopes, enanos de circo, actores porno, fontaneros barrigudos... pero ninguno daba la talla. Por muy profundamente que la penetraran, Aureliana seguía sintiéndose vacía. Viendo que lo único que había conseguido con sus devaneos era contraer enfermedades venéreas, que le robaran el aparato de dvd y que sus amigas dijeran que era un zorrón del quince, Aureliana decidió recurrir a la magia. 
Se fue a la casa de campo de sus padres, que eran gente de dinero, donde tenía un pequeño establo con un viejo poni que le habían regalado hace mucho. El poni ya no estaba para muchos trotes, pero a pesar de ser casi ciego y de que se le caía el pelo, Aureliana aún le tenía mucho cariño. Una noche Aureliana dibujo un pentagrama con tiza en el suelo de cemento del establo y puso en el centro al pobre animal. A continuación comenzó a recitar un hechizo que había leído en un fanzine de góticos y a hacer unos gestos raros que había visto en un vídeo de Marilyn Manson. Para su sorpresa la ceremonia funcionó. Una extraña nube de humo negro rodeó al poni y, al disiparse la sobrenatural humareda, donde antes estaba la inofensiva mascota ahora había un corpulento homúnculo, mitad caballo, mitad humanoide, de ojos rojos brillantes de lujuria vesánica. Pero cuando Aureliana comenzó a gritar es al ver la monstruosidad que aquella entidad tenía entre sus piernas, una probóscide ciclópea, una anaconda gruesa como un brazo de luchador de sumo, rezumante de fluidos, que se arrastraba por el suelo de cemento dejando un rastro húmedo. Antes de que la joven pudiera reaccionar, el ser caballuno se lanzó sobre ella y la penetró sin contemplaciones. Aureliana sintió como el inmenso tentáculo se abría paso en sus entrañas y llenaba por completo su interior. Pero la bestial penetración continuó más allá todavía, y Aureliana notó que algo se rasgaba en su cuerpo y en su mente. Como si la barrera entre dimensiones también fuera penetrada por una fuerza irresistible. En pleno orgasmo pandimensional, Aureliana gritó:"¡EL VACÍO DEL ABISMO, EL AGUJERO NEGRO EN EL CORAZÓN DEL UNIVERSO". El poni transformado en íncubo respondió con un relincho demoniaco.
Al día siguiente, los padres de Aureliana, preocupados por la falta de noticias de su hija, acudieron a la casa de campo. No encontraron rastro de la infortunada aspirante a artista, excepto los extraños símbolos dibujados en el suelo del establo y una manada de potrillos de poni pastando por el jardín. Aunque los animales eran un poco raros, de inquietantes ojos carmesí, decidieron regalarlos a las hijas de sus amistades, entre los que se encontraban famosos empresarios, políticos y gente de la cultura. De Aureliana no se volvió a saber nada, pero los padres se resignaron pronto. A fin de cuentas ya esperaban que pasara algo parecido desde que la niña les dijo que quería estudiar para artista en vez de ser abogada como ellos querían. 

22 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira que eres ordinario

paca dijo...

GUAU!! Yo hubiera utilizado a un muchacho estudiante de diseño gráfico. Pero su relato está muy bien.

Anónimo dijo...

Triqui trá

Don Julito dijo...

Tú...tú....gastas cantidad de crema de manos, fórmula noruega, no?

El hombre que susurraba a las ponytails dijo...

A ver si echáis a este puto enfermo del haciendo paj@s. Que desvirtua el blog.

Anónimo Rumoroso dijo...

Don Julito, lo de la crema de manos para hacerse pajas es un viejo tópico que sólo tiene sentido en culturas en las que la circuncisión está muy extendida. Por eso aparece tanto la coña en las comedias americanas. Lo que nos lleva a otro punto: ¿de dónde viene esa costumbre médica de la circuncisión? Si hablamos de la cultura occidental, creo que se debe a la influencia judía, muy notable en la clase médica estadounidense.

Don Julito dijo...

Pues la fimosis, durante años, aquí se ha operado circuncidando pollas...me dicen que hoy en día te operan sin descapullarte

Anónimo dijo...

Claro, por eso digo, es que era moda, una cosa importada en realidad, alegango cuestiones de necesidad, de higiene, que eran chorradas la mayoría de las veces. Salvo en casos de un estrechamiento prepucial extremo, y aún así creo que a menudo se pueden solucionar con unas cremitas de nada, o unos estiramientos del asunto, unas gimnasias, no sé.

Es como lo que ocurrió con las anginas, que en nuestra época fue moda operar a la mínima, porque se pensaba que era necesario y que aquél trocito de carne sólo servía para dar problemas.

Pero los fans de la mutilación prepucial han llegado a alegar cosas como que era más limpio o que incluso evitaba el contagio del Sida.

En fin, chorradas para justificar la marca de David.

Don Julito dijo...

Usted cree en un contubernio médico projudío que expanda la circuncisión entre los gentiles para que miremos a Israel con buenos ojos???

mola!

Anónimo dijo...

"Gentiles" no, Julito, se dice "genitales", ge-ni-ta-les...

Don Julito dijo...

LOL

Anónimo dijo...

Tanta paja mental ha hecho que se equivoque de tecla

Macarrismo dijo...

No se crea usted donju, le siguen escapullando a uno para la fimosis

Anónimo dijo...

Cambia de médico si no es demasiado tarde, chaval. Tu prepucio es tuyo y de nadie más.

paca dijo...

Pues la cosa es más turbia de lo que parece. Se han hecho estudios, publicados en revistas serias, no vale muy interesante, que muestran resultados contradictorios.
Lo que sí está claro es que una polla de pony de los vacíos exteriores no necesita de tales arreglos.

Anónimo dijo...

Estas seguro?

paca dijo...

Sí, hija mía, common sense lovecraftiano.

Anónimo dijo...

Y la tuya?

paca dijo...

La mía es virtual...

Anónimo dijo...

Qué le gustan más los plátanos o las almejas?

Dr. Huysmans dijo...

¿Realmente hay tanto majete sin descapullar..?

No sin mi prepucio dijo...

No es por nada, tronco, pero tú tienes un apellido que canta a kosher cosa mala.