CIENCIA-FICCIÓN GUARRA 34: MADE IN SPAIN I

En algún momento teníamos que tocar el tema. La ciencia-ficción guarra en el cine español. También en nuestro país, como no, existen ejemplos de este gran género, pero siempre con el toque inconfundible de nuestra cinematografía. Algunos fruncirán en ceño y murmurarán: "Ya estamos con lo del cine español". Pues sí. Y es que en España, a la hora de abordar la ciencia-ficción guarra, se hace con un estilo propio, algo bastante generalizado siempre que los españoles tocamos un género cinematográfico. La palabra que lo define es "cachondeo". Y es que los españoles somos así, unos cachondos, y no podemos evitar afrontar los tópicos de la ciencia-ficción guarra (y de casi cualquier género) metiendo detalles jocosos, divertidas bromas que buscan el guiño cómplice del espectador patrio que sabe que no podemos competir en condiciones de igualdad con los despliegues de efectos especiales del cine americano ni con la grandilocuencia y la épica de producciones extranjeras. Pero todo eso lo suplimos con nuestro ingenio castizo, con la coña desmitificadora, cuando no directamente paródica. Porque somos así, un pozo sin fondo de bromas cachondas.

Y no hay mejor forma de ilustrar esto que decimos que comentar un hito de la ciencia-ficción guarra española, una producción que resume todas las grandes virtudes y los pequeños defectos de nuestro cine. Hablamos de Supernova (1993), la primera y última película protagonizada por la estrella del pop español Marta Sánchez.

¿Estrella del pop?¿Ser artificial creado por un científico loco?

 Fijémonos en el argumento, un verdadero compendio de chascarrillos ingeniosos y juegos de palabras descojonantes.

El conde Nado (jajajaja), interpretado por un pasadísimo Xavier Gurruchaga, es un aristócrata millonario propietario de  “Don Flan” una multinacional de flanes (simpático detalle). Está enamorado de Fénix (Marta Sánchez), cantante intergaláctica. Como la artista no quiere saber nada de él, el malvado Nado secuestra a Avelina (Chus Lampreave, tremendo acierto de casting), una científica, para que fabrique una réplica de la cantante mediante biotecnología, creando a Supernova (Marta Sánchez). Satur (Gabino Diego, otro acierto), un joven dibujante de cómics (inevitable detalle friki), también está obsesionado con la famosa estrella del rock, dibujándola constantemente hasta que decide conocerla a través de la presentación de sus dibujos. 

Mientras tanto, el conde Nado, una vez creada Supernova, y con la ayuda de su secuaz (atención al nombre cachondo) Tocinito (David Gil), secuestra a Fénix y coloca en su lugar a la replica de esta, para que haga su función en el mundo de la canción, mientras él tiene la intención de tener un hijo de ella. Los oscuros propósitos del conde se verán obstaculizados por la decisión de Satur en averiguar la verdad. Pero, además, Supernova se da cuenta del engaño y vuelve a transmutarse por sí misma, cuantas veces desea, por Fénix, mediante el ingenioso método de conectarse con unos electrodos a un ordenador, dándose peculiares y divertidas situaciones. 

 ¿Soy la buena?¿Soy la mala?¡Qué complicado es ser mujer!¡Me estalla la cabeza!

Para troncharse todo. A destacar el papelazo de Marta Sánchez, que tiene que interpretar dos personajes, la buena de Fénix y la perversa Supernova. A la hora de la verdad la única diferencia es la forma de vestir y el peinado, porque las dos parecen igual de repelentes, quizá porque a Marta Sánchez le faltan ciertos matices interpretativos para representar la complejidad psicológica de ambas mujeres. Pero no hagamos sangre de algo que simplemente pretende ser una comedia divertida, sin grandes ambiciones. Para el recuerdo nos quedan las escenas en que Supernova, como buena mujer artificial, se entrega a prácticas sexuales sadomasoquistas con el amante de Fénix, demostrando con ello que cualquier mujer creada por la ciencia siempre usará el sexo como arma contra sus creadores. No falla. Se supone que hay cierta dicotomía entre estrella del pop que busca el amor verdadero y su lado oscuro que sólo busca fama y sexo brutal. Y algún apunte sobre la falsedad y manipulación del negocio de la música pop. Para el espectador es una oportunidad de verle las tetas a Martita. En la película también sale Neus Asensi, que curiosamente no hace de prostituta, una excepción en su carrera, aunque desarrolla  con gran verosimilitud un papel de mujer infiel y hambrienta de experiencias sexuales extremas. 

El momento cumbre de la película

Otra cosa que podemos destacar es que el tema principal de la película, cantado por la protagonista, en un claro homenaje a Madonna, está compuesto y producido por el compañero sentimental en aquel momento de la Sánchez, Sterling Campbell, batería de Soul Asylum ,David Bowie o Duran Duran, entre otros.

 Aquí le ves mejor las tetas y no tienes que aguantar hora y medio de tonterías

 Y poco más hay que decir, porque "Supernova" es de esas producciones españolas que hablan por sí mismas. Una cosa cachonda para echarse unas risas... si te hace gracia, claro.