como los monos de gibraltar

sábado, 4 de septiembre de 2010

The Monks




Principios de los sesenta, explosión beat, invasión británica, américa se llena de ingleses con traje y canciones muy tarareables que hacen furor entre la juventud.
En esa misma epoca en la Alemania occidental unos soldados yanquis con mas inquietudes de lo que es normal en este colectivo montan un grupete de versiones de Chuck Berry y otros referentes juveniles.


En algún momento las cosas se tuercen y conocen a unos artistillas nativos con ínfulas intelectuales.

Me puedo imaginar la situación. Bar subterráneo minúsculo, refugio de beatnicks e intelectuales, tíos con boina y perilla tocando bongos en un escenario de palés, un perpetuo submarino de tabaco y THC que impide distinguir nada a más de un metro, paredes cubiertas de carteles con tipografia comunista en alemán y una ausencia casi absoluta de mujeres. Una mesa al fondo, los cinco GIs y los dos nativos fumando una sisa convenientemente cargada y, entre calada y calada charlando en terminos incomprensibles sobre la deriva y decadencia de la cultura occidental. En una de estas uno de los nativos propondria, entre ligeras y toses y la risa floja tipica del consumo cannábico, convertir el grupo de los americanos en una plataforma avant jander antibeatles y antipop.

El resultado, comienzan a escribir letras desquiciadas e influenciadas por los dadaístas y demas cuentistas, a vestirse de monjes con corbata de cañamo, a meter feedback por todas partes y cambian la guitarra ritmica por un banjo.

No tienen mucho éxito debido a su apuesta algo agresiva para la epoca, aunque con los años van consiguiendo una dedicada base de fans.
Algunos de sus miembros forman en los 70s la banda de progresivo Copperhead y con el tiempo se escribe un libro y se rueda un documental sobre ellos.

















Luego se dice que influyeron a un montón de grupos y que fueron un precedente para el kraut y otras músicas de gente rara.


12 comentarios:

Don Julito dijo...

CO-JO-NU-DO
vaya debut, colega

chucrut y cerveza blanca dijo...

el kraut el kraut... no sé, a mi me suenan incluso peor (o sea mejor) que los putos Sonics.

el monago dijo...

Magnífica primera entrada. Como la de AT. Ya sólo falta don Pacorro el Solitario.

Viejas guardias, las NNGG pisan fuerte.

Fichad a Clementain, a ver por dónde sale.

Y si entrase la Millana Bonita podría haceros un tebeo, la Sobórnez pegamita.

Anónimo triste dijo...

Al Sobórnez le compré yo por correo un tebeo de El Repartidor, en la época en que lo anunciaba en los tebeos Zinco. Que debió de ser más o menos al poco de estar en Los Refrescos, calculo, o al mismo tiempo.
Qué tiempos aquellos en que se compraban los fanzines por correo, con cartas de por medio... y se pagaban con sellos!

Anónimo triste dijo...

Por cierto, muy interesante esto de los Monks, de los que no sabía nada de nada. Las evocaciones de humos y sisas también me han abierto el apetito. Qué gustito me daban los humos y las sisas.

Tereso dijo...

Roger, el de la izquierda, tiene un oscuro parecido con John Malkovich. Ah, y pedazo de grupo, solía poner siempre algún temita pero sin abusar que el respetable donde solía trabajar no estaba por la labor de feedback, distorsiones y vozarrones.

Macarrismo dijo...

Mecagoenlaputa si que se parece a John Malkovich, y mucho.
Gracias por la acogida del post, estuve un rato pensando si hacer una somera introduccion sobre mi persona o esto otro.
Al final conclui que a nadie le iba a interesar mucho lo primero, y la poca gente a quien le interesara seria poco recomendable asi que me decante por la cronica.

Haciendo Amig@s dijo...

Muy bien, Macarrismo. Que estas crónicas de musiquillas del mundo siempre han sido de lo mejor del Pegamín. A Don Julito seguro que le has alegrado el día.

Queremos más.

Macarrismo dijo...

Pues tengo otro minutos musicales y un discografias imperfectas/religion pop en el tintero.
Y tu escribe sexonomicones y dejate tonteridas

Anónimo dijo...

¿El de en medio es Buenafuente?

jarl dijo...

falta el reverendo

atento al detalle dijo...

falta thelonius y falto yo también