como los monos de gibraltar

martes, 15 de septiembre de 2015

Fiestas de pueblo (I) lossanfermines

Corría la tarde del 6 de julio de 2001 y se presentaba calurosa la jornada. Madrid era una parrilla de sarmientos y la poca gente que quedaba se guardaba en sus casas para poder refrigerarse los gaznates, porque para ser sinceros, mucho más no ofrecía el condado del por aquel entonces sheriff Alvarez del Manzano. En cualquier caso, mi historia personal seguía un poco la estela ignominiosa de los residentes de Madrid en aquel momento. Se habían acabado los exámenes de la facultad y mi verano pintaba más aburrido y seco que la casa de Campo a las tres de la tarde. Mi madre se había cruzado el charco exclusivamente para vernos a mi hermano y a servidor. Y  mi novia, con la cual salía entonces, estaba con sus padres y solicitaba que la fuera ver a su Asturias. Yo mientras tanto trabajaba en una gasolinera para costearme mis estudios y mis fiestas.  Un planazo.

Recuerdo como aquel 6 de julio (¿o era 7 ya?) quedamos con mi gran colega M, compañero de facultad, de existencia y  estandarte en cualquier acontecimiento cultural o de barra que se preciara de tal luego de que hubiera yo acabado mi turno de tarde en el establecimiento expendedor de derivados del petróleo. Al binomio se añadió Fernandito, un chaval muy majo que trabajaba  en un puticlub de la Castellana como barman. No sé si la cosa empezó en casa de alguno o en la calle mismamente (en el 2001 la gente quedaba y bebía en la calle incluso, flipad) pero lo importante es como terminó: en el antro de Malasaña por excelencia, por lo menos para nosotros, chavales llenos de vida y hormonas rebosantes. El NO FUN era una especie de Cantina de Star Wars meets Barfly solo que en vez de adornar la escena John Williams, lo hacía un tropel  de fuzzes garageros y personajes del barrio que rondaban la treintena. Barra pequeña, servicios que no servían, calor que ni en Atacama y abarrotamiento ganadero. En fin, que el escenario era ideal para un conjuro, la proposición indecente última, la formación de la Compañía del anillo.

Fernandito nos comentó que una de las chicas que amenizaban su bar de la Castellana, junto con otro de los camareros del mismo bar iban a pasar el día siguiente en Pamplona amenizando esta vez una peña, pero sin erótico resultado, sino como parte de una escola do samba (para que no digan que el pluriempleo es cosa de la crisis). Ambos eran brasileños, se entiende. La cerveza ya corría por nuestro espíritu como Usain Bolt en Beijing y la aventura nos impulsó a tomar una decisión drástica pero necesaria. Había que ir a San Fermines. Y no importaba si había que mentir, engañar o vender la sangre de nuestra abuelita. Pero había que ir.

A las 5 de la mañana con el garito cerrado emprendí la vuelta directamente al trabajo donde a eso de las 12 me enfermé brutalmente y tuve que dejar mi puesto. También informé que me iría a Valencia con mi madre y que me cogía el fin de semana libre. A mi madre, por su parte, le dejé unas llaves para que se apañara en mi piso y a mi novia la llamé desde el autobús en Avenida de América.
- ¿A que no sabes dónde estoy yendo?
-¿ A Oviedo?
-San Fermines
- ...

A los dos meses me dejó, CELYN.

Pero ya estábamos de camino, Yo sin dormir apenas, oliendo a petroquímica desvencijada y con un bocata de mortadela en el bolso. Nada podía ir mal. Y así fue, ya que ni bien llegar nos dispersamos: M y yo por un lado y Fernandito por otro en busca de sus amigos. Hicimos una rueda de reconocimiento y se nos informó que en la peña donde los brasileños darían espectáculo había comida y bebida gratis. El binomio partió hacia allí ipso facto, y eludiendo la entrada logramos pasar como artistas sin ser nosotros nada de ello. Total que para nosotros aquello era un paraíso. Imaginaos que para un estudiante y proletario la ración diaria la componían un bocata de atún y pasta o arroz, así que al ver aquella rapsodia de jamones de los buenos, gambones y bebida a discreción, no pudimos más que llorar de la emoción. Bueno, esto es figurativo, en realidad solo pensábamos en comer y en cómo no ser descubiertos ya que no parecíamos ni brasileños, ni artistas, ni teníamos el outfit de la peña ni ninguna cosa que nos hiciera amalgamarnos dentro de ese enjambre social que era la peña pacona.  Éramos la gota de aceite en el agua. Así que incurrimos en el principio antropológico aquel que reza "donde fueres haz lo que vieres"  y nos dejamos llevar; manteníamos la mirada digna de un político con tarjeta black, hablábamos con el uno, con el otro, y para cuando la luz acaeció nos despedimos no sin antes aprovisionarnos con unos minis (cachis) de importación. Un lujazo.

La noche no podía terminar mal y con aquel comienzo todo tenía que seguir subiendo y seguir en la cresta de la ola pamplonica. Paramos a beber en un parque porque resultaba costoso beber y caminar a la vez. Charla va, charla viene, se acerca un muchacho vasco con el atuendo festivo y muchas ganas de hacer amigos. Y lo consiguió, nos invitó a un porro y nos deja una piedra del tamaño de un aerolito. Mis amigos y yo flipábamos. El muchacho nos contó muchas anécdotas que no recuerdo bien, pero debieron ser demasiadas porque yendo al meollo lo perdimos y no lo echamos de menos.

Pero había que seguir y cumplir la promesa; llegar vivos, o cuanto menos, despiertos al encierro de las 8 de la mañana. Y así fue como bebimos, y bebimos, y observábamos a la gente y participábamos activamente de aquella especie de paella humana cocida en alcohol.

A la mañana siguiente, unos aspersores cuidadosamente sincronizados nos despertaron para avisarnos que nos habíamos quedado sin ver el encierro (poco nos importó para ser sinceros), que a Fernandito le habían sustraído el móvil y que M debía potar junto al árbol de aquel parque.  Al menos teníamos dinero para el viaje de vuelta y una juventud e hígados en forma preparados para nuestra próxima aventura.



miércoles, 25 de diciembre de 2013

en estas fechas tan señaladas...

Pues eso jartense de Turrón o lo que sea que quieran comer, y a ver si ustedes que sirven hacen algo con pegamin que parece el Holandés Errante sin holandés.

Cuando caiga el formspring espero que haya red de sustitución, porque los comentarios en blogspot ya no abrigan igual que antes.

Paganas fiestas hermosus.

paca

ps. disculpen la pobreza, estoy prácticamente sin conexión.


viernes, 15 de noviembre de 2013

Fanzine pegamin

En el siguiente enlace os podéis bajar el pdf: http://ultrashare.net/hosting/fl/370b421e98

jueves, 17 de octubre de 2013

Bar-váter (II)

En la entrega anterior http://pegamin2000.blogspot.com.es/2013/10/bar-vater-i.html

Observando la situación, del otro lado de la barra, el hemiciclo de madera, estaba un señor con un gran parecido a un famoso actor. Impasible en la otra esquina pero que veía toda la jugada. Abocado al almondiguismo y al sufrimiento: spanking, bondage, alcohol, y etcéteras. Toda la noche a cervezas. Se acercó, hizo el comentario que debía sobre Andrés de Sabadell con pulcritud y se unió a la cháchara. Sabes, te pareces un montón a John Malkovich, arriesgó como quien apuesta una ficha al color el skater.

Acabamos la noche los tres y una tal Cristina hablando a saber de qué cosas. Cristina tenía unas tetas enormes y acudió a las cinco más fresca que una rosa al alba, lo cual me hizo pensar que era una dama de compañía. Mi compañera de curro: mal pensado. John Malkovich y el otro se hicieron amigos y se fueron a empolvar la nariz un par de veces. La dinámica de JM era: cerveza, baño, cerveza, cigarro fuera (veía la jugada) y así hasta acabar la noche. Es muy majo John. Le gusta mucho la música. La verdad que ahora que lo pienso no era prostituta. Como mucho comebolsas, pero poco más. Tenía una risa peculiar recuerdo, de esas que penetran en el oído como un ruido blanco y se quedan palpitantes en la sesera. El ruido eterno. Esos pequeños condimentos sensoriales se te quedan grabados al aguafuerte, como esos váteres de estación de trenes. Como es lógico, se fueron juntos y tan contentos.

 …

 Aparece JM al otro día. Tal vez con la misma ropa. Al final de la noche me invitó a su casa a escuchar discos. 300 vinilos. Quiero que los apruebes. Le contesté que no tenía autoridad moral para evitar con caballerosidad su amable invitación. Esa noche habló de la comida y el maridaje con las bebidas lo cual derivó en una charla sobre la primacía oriental. Y esa es la razón última por la cual creo yo que se autodestruye en el bar. Porque sabe que nuestra cultura está feneciendo. Porque no tienen pelos los orienEn tales, los putos orientales. Porque ahorran en comunicación. No les hace falta hablar casi. Nosotros que somos descendientes de la cultura grecorromana, con el culto a las grandes chorradas, dice: los poemas, la música. Mahler le da mil vueltas a cualquier composición oriental. Somos incapaces de comprenderles. 

Brasa va, brasa viene, resulta que la piba que vino a visitarle a las 5 de la mañana el día anterior es su dealer. Cristina. Por eso venía tan fresca y con pintas de no trabajar la noche, pero aun así yo pensé que era puta. Pero no, era su dealer, y qué tetazas tiene, se vienen abajo de pura enormidad, efecto gravitacional que tan bien nos describió en su momento Sir Isaac Newton. Pero había dejado a los tres mosqueteros solitos. ¿recuerdan? Malkovich, Cristina la de las tetas que pensaba que era puta pero era su dealer y el skater. Se fueron, según palabras de JM, al coche de alguno de ellos, no se si el Malkovich o Cristina, pero da igual, no es importante para la historia creo. Le invitaron una loncha al skater y todos para su correpondiente casa. Bueno, Cristina y JM se fueron juntos porque al llegar a casa se dieron cuenta de que el skater les había robado un pollo. Hay que ser gilipollas. Robarle a un camello. Desde luego que hay que ser muy imbécil. El le había avisado a Malkovich durante la noche que gustaba de robar cosas (sic). ¿Cómo que cosas? Cosas, sí. Voy a un sitio y si me mola algo lo cojo.


En fin, que igual se come una paliza por gilipollas. Además se donde trabaja, pero mandándose la que se mandó no creo que vuelva a aparecer por el bar. Y encima le invité a dos cervezas para que mantuviera la tensión dramática con Andrés de Sabadell.

Bueno, por lo menos se donde trabaja.


jueves, 3 de octubre de 2013

Un grande

No lo sabíamos, pero siempre estuvimos de acuerdo con él.

Minuto 6:25


En este video hablan de la situación en Grecia.
 Gregor Gysi está hablando de la importancia de los filosofos griegos en la civilización occidental cuando le interrumpen para pedir que deje esos argumentos no relacionados, a lo que contesta "ya paro, ya paro, me doy cuenta que hablar de filosofos griegos es pedir demasiado". Entonces se oyen medio abucheos y dice muy tranquilo "muchas gracias por la ratificación" (de que era pedir demasiado). RISAS.
Luego ya se vuelve a poner serio y a decir que deberían tomar en consideración sus argumentaciones, que de haberlo hecho mucho antes, no se encontrarían en la calamitosa situación actual.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Bar-váter (I)

-Cuenta eso que ibas a contar, puto negro.

-Es una historia jodida. Me he sentido como el camarero de Barfly ayer. Pero más jodido porque no hubo peleas ni nada. Entró un señor con pinta de mendigo al bar, chándal, unas zapas de moto y una chupa Yamaha. Y que no se me olvidé, las gafas de sol de diadema en la acbeza. En la mano, una bolsa de carrefour de las reciclables. Que donde puede dejar sus enseres. Donde sea le responde mi compañera. El bar estaba vacío.
Se pide un vaso de pepermint (flipad) con dos hielos y una cerveza. Comenta un par de jugadas con la camarera y le pregunto a ella que si todo bien. Que si iba bien el tipo. Sí, es extraño pero todo bien me responde ella. A la segunda consumición de pepermint y birra se va a fumar afuera, ya se le estaba empezando a complicar al habla y olía a petroquímica su aliento, así que decidí ir afuera mientras fumaba y darle un poco de charla para que no le tocara las pelotas a los demás escasos clientes que ya iban llegando. La calle, muda, salvo por la voz de Andrés, así se llamaba el paisano, y yo.

-Qué profesionalidad. Estás en todo.

-Ya. Cigarrillo. Me convida. Le digo que no, pero porque yo no suelo fumar y aquel día no pretendía que fuera la excepción. Compruebo que estaba pedo o en un estado alterado de la personalidad que dirían las fuerzas de seguridad y el orden: su habla no es clara y repite las frases contantemente. Canta soy un truhán soy un señor, se la adjudica a Joan Manuel Serrat, detecta un acento, vocifera que si Sabina es dios en mi país, Serrat es Jesucristo. Asiento con un gesto de cabeza. Le comento que a mi madre le encantaba Serrat. A mi madre le encantaba Serrat.

-¿Era Elvis?

-No era Elvis, era de Sabadell.

Todo bien entre Andrés y yo. Nos vamos entendiendo. Todo esto, con el barrio de Chamartín dormido y sin un coche en la calle. Porque todo el mundo ahí esta de vacaciones, tienen pelas.
Andrés de Sabadell, sargento en Afganistán, con un amigo uruguayo que se las preparaba gordas. Muy majo pero muy mentiroso según su propia y probablemente única versión que iba a escuchar yo de la historia.
A partir de ahí empezó a desmoronarse Andrés. Y yo a encajar la historia del pobre Andrés, su historia.

Que si en Afganistán estuvo 40 días sin comer. Que las kalashnikov son mejores que las armas que tenían los españoles. Que si tuvieron que robarle la comida a unos afganos amenazándolos de muertes. "Al fin y al cabo son putos moros", se justificó. Pero era majo Andrés. Me mostró todo su cuerpo cosido de cuando defendió a su colega uruguayo en el ejército (?). 
El uruguayo, por lo visto, tenía miedo y no quería estar allí pero Andrés le defendió con su arma y recibió cortes por todos lados. No me llames sargento le repetía mientras el uruguayo estaba cagado de miedo. Para cuando Andrés defiende a puño y munición a su colega del cono sur él y yo ya somos colegas.
Al final de la charla y de su eterno cigarrillo veo una persona por la calle. Imaginad, un deus ex machina en pleno trance de la brasa. Un tipo de unos treinta y largos en apariencia, sin camiseta y con skate por la puta avenida. Os recuerdo y para añadir algo más de tensión que la escenografía de nuestra charla era ballardiana. Así que su aparición fue como cada vez que aparecía una puta barcaza en aquella peli tan mala de Waterworld. Pobre Kevin, se gastó un montón de pasta en aquel bodrio.

- Waterworld está muy bien porque todo el mundo es mar. No hay piscinas.


- En fin, que llega este, lo reconozco a la distancia, es un cliente de los pasadetes, se pone la camiseta y me dice que si puede tomarse una cerveza y que si mañana puede pagármelas. Le digo que si, porque para ese momento ya estaba yo jugado. Y, joder, me apetecía hacer un "boxeo a tres bandas".

- Le dijiste que sí porque era skater? Negro, esto es un suspense insoportable. Parece un folletín por entregas,

- Espera, me llaman al teléfono.

- ¡No puedor!

- No, le dije que si porque así los dejaba a los dos hablando. Además luego me di cuenta de que el martes anterior había estado con esa actitud entregada (como si te metieras una cucharada sopera de speed, cuatro monsters y tres rayas a la vez) pero poco nociva, que llega a entretener pero sin doler, como una descarga de poco voltaje.
El skater que es cocinero y tiene restaurantes (dice) me cuenta que viene de grabar no se que mierdas con su crew (de skaters intuyo). A su vez, Andrés contándome historias de la puta mili y de que su vida es una mierda. No doy abasto pero intento concentrarme: ambos merecen mi atención. La clave de la conversación, ahora que lo recuerdo, estuvo en que el skater no tuviera pasta encima, ahí fue donde Andrés se apiadó y empezó a sacar billetes, dos paquetes de tabaco (quería regalárselos al skater) e invitarle a todo. El skater no quería. Viendo el aspecto de Andrés, que estaba bastante demacrado, hubiera sido una injusticia moral aceptar cualquier cosa de él. Era él quien necesitaba ayuda.

Pues eso, que saca un fajo de billetes: yo te pago todo chaval, qué quieres, yo te invito. Si voy a un bar me pido un rioja y un bocata así de grande (hace el gesto con la mano del tamaño de la polla de Mandingo). Que yo te lo invito, pero a mi no me gusta la gente falsa, lo veo en la mirada (sic). En la acción de sacar la pasta se le caen dos pirulas. Y un billete de tren o autobús. Todo esto en la puerta del bar, claro. El skater recoge las pastillas y el billete, le ejecuta una mirada cómplice y se las devuelve. Hace un comentario gracioso al respecto. Andrés toma el testigo pildoril y nos advierte: son para la ansiedad. Yo no sé si aliviarme o que porque ni bien acaba con su frase se las mete a palo seco. Recordemos que venía de tomarse dos cervezas con pipermint, la bebida de los champions. Y que ya venía oliendo a alcoholazo sin destilar.
Entramos todos. Nos sentamos los tres alejados de los demás clientes, en una esquina donde nuestra animada charla no confundiera a las parejitas y señoras que habían venido a tomarse una copita. Andrés emperrado en que tenía que pagarnos todo. Y nosotros: que no hombre, que no.
En un momento Andrés se cae por su propio peso y como estaba yo entre medio del skater y yo, logramos amortiguar algo su ciada, se dio con la cabeza en un apoya pies de metal: chichonazo. Hielo, lo acompaño fuera pero para este momento no podía articular movimientos decentes. los ansiolióliticos y el alcohol ya habían hecho lo suyo. No sabía Andrés que pasaba en su cuerpo ni lo podía controlar. Intenté calmarlo diciéndole que esa mezcla de pirulas y cervemint era muy potente y que lo mejor era descansar.

Lo acompañé a la puerta y me confesó ya en la calle que había venido a ver a su madre que había muerto . Por eso venía ligero de equipaje, por eso el billete de renfe en el bolsillo cuando se le cayeron las pirulas, por eso la depresión... Le dije que se fuera a un hotel o a un taxi pero que no se quedara por ahí vagando, con esos billetes arrugados en la mano. Espero que no lo hayan desvalijado. Antes de pirarse me repitió que la vida era una mierda. Cuéntamelo a mi, atiné a decirle. ¿Te puedo dar dos besos? Si, claro. Y no vi jamás a Andrés, desapareció por la avenida, como las ganas de vivir tras las vacaciones. 


viernes, 9 de agosto de 2013

Visto en Lavapiés


































Oído en Lavapiés: "Yo es que no tengo fuerzas para ser gilipollas sino sería mas gilipollas"

viernes, 5 de julio de 2013

Gane estupendos premios

Si quieres participar en el fanzine del pegamin, mandame cualquier mierda que se te ocurra a diamondsyrust@yahoo.es
Me valen fotos, me valen artículos, me valen frases, me valen insultos, me valen SURRRRD, me valen ardominales, en definitiva, me vale tudo. Y es que este fanzine va a ser como un deporte de esos de dar hostias. No va a ser épico, no va a ser bonito y desde luego, si se gana el corazón de alguien, no va a ser a los puntos.
Adjunto gif para ilustrar el concepto.

Tenéis de tiempo hasta que termine de maquetar todo lo que tengo.

Y por lo demás todo bien. Hoy me la he jugado al salir del vagón del metro cuando dos retrasados me han medio vacilado y a los que he llamado la atención por escupir a una puta que estaba de espaldas. El miserable me argumentaba "no ves que es una puta, deberías pegarla".
Qué asco de gente...

jueves, 9 de mayo de 2013

me gustaria abrazarte y chupar tu cara puto maricon de mierda

soy komo un niño de chernovil

MI CULO NO ESTA EN VENTA



♥ formspring.me/Vanderjutxen 



me gustas kanye,me gustas mucho

amel

te doy mi culo

sikieres me apunto a un gym

aaaaaah..puto negro de mierda,pasa de mi VERDAZ?!! PUES KE TE DEN,ME DAS ASKO,HUELES A KUERO,FOLLATE A ESA ANDROIDE INDU,VOYA UNDIRTE

lunes, 8 de abril de 2013

Asi me imaginaba yo a... Tereso

¿Posible duo con el Payo Robot?
Ayer vi a Tereso.

Estaba tocando botoncitos junto con otras tres personas en el garito de los mind pirates. Era el que más destacaba por su negritud, buena presencia, bigote y camisa.
Lo más molón de él era que, en los momentos movidos del set, parecía que se estaba follando la mesa. Cadera 'lante, cadera atrás y una vez y otra más.
El set se interrumpió brevemente por la aparición de la policia, pero 5 minutos más tarde lo reanudaron y ya aguantaron el tiempo suficiente como para que yo perdiera el último metro.

No le dije nada porque estaba muy concentrado en lo suyo.


Vaya al minuto 29 para ver a Tereso dando culaditas como si no hubiera un mañana.

miércoles, 13 de marzo de 2013


martes, 12 de marzo de 2013

Comidas en la cantina del trabajo


Esto que véis aquí arriba es lo que comí el viernes de hace dos semanas:
De primero cogi una media ración de sopa de tomate con picatostes y arroz (¡!)
De segundo un pollo empanado con espinacas sobre un fondo de patatas panaderas, todo ello regado con una salsa que no sabría identificar.

Al fondo a la derecha se puede ver la oferta gastronómica para la siguiente semana. El jueves, por ejemplo, se liaban la manta a la cabeza y prometían "Spanische Paella mit verschidene Fischsorten" (a continuación aclaraban que se trataba de un plato de arroz).

La voy a echar mucho de menos.

No reirse de los sunormales. Por favor.



Especial El Payo Robot y el microverso pegamita. Con la presencia del Payo Robot himself, Ender y Millana, y l a llamada intermitente de Priesito desde Berlín. Un EPSA entrañable y sólo para fans, donde intentamos esclarecer el misterio del Pegamín, la bolsa que corre, el AOR, Vaterstein, el VAC 01 y 02, la gorrita con hélice, los Padres Fundadores, su ajetreado tránsito entre las brumas del Tiempo y su situación actual. Sonaron, para amenizar la velada, unas tonadas de Brian Eno, Arakis, Emmanuel y Kiki D´aki.



lunes, 11 de marzo de 2013


jueves, 21 de febrero de 2013


lunes, 14 de enero de 2013

una historieta

dibujada con un lápiz



Esta es mi participación en el Cosmonauta Tropical #1.
Compra El Cosmonauta Tropical #1
Compra El Cosmonauta Tropical #1
Compra El Cosmonauta Tropical #1

viernes, 21 de diciembre de 2012

LA FIN DEL MUNDO



Celebremos

jueves, 20 de diciembre de 2012

Entomología doméstica



Si algún aficionado a la entomología lee esto, que se ponga en contacto con el Pegamín. Estoy interesado en identificar a este insecto.

  •  Hábitat: Doméstico. Mi habitación. 
  •  Apariencia: Dos alas y seis patas. En la foto parece más grande y más amenazante, pero su longitud máxima es de unos 3mm; 2mm  si le desprendemos las alas. Cierta tendencia cobriza. Si lo aplastas, deja un pequeño rastro escarlata. 
  •  Comportamiento: Camina hacia arriba por mi ventana, buscando la luz. Si encuentra algún obstáculo, da saltitos y emprende un vuelo corto y nervioso. (En el momento de la fotografía estaba atontado por los gases del amoniaco.)

miércoles, 19 de diciembre de 2012


Prepárense para el 21.