como los monos de gibraltar

sábado, 24 de julio de 2010

Grandes heroicidades I: En el Cercanías

16:00 - Renfe Cercanías

Priesito regresa al hogar tras una jornada en el trabajo especialmente coñazo e intenta no dormirse leyendo La Tournée de Dios. Han pasado horas desde que se tomó el sándwich del desayuno y el hambre le atormenta.
De pronto, suben seis chavales con pintas raperas. Uno se sienta relativamente cerca suyo, otro al lado de una maciza (yo habría hecho lo mismo) y cuatro permanecen de pie al lado de la puerta.
La gente corriente no nota nada pero Priesito, con su poderosa intuición y un no-muy-largo-pero-si-suficiente historial para las gamberradas, percibe el nerviosismo de los muchachos y sabe que planean algo. Se dirige al que está más cerca de él:

Priest: Oye, no paréis el coche.
Rapero 1: ¿Eh? ¿Por qué?
Priest: Cómo que por qué (siempre hay un momento de conversación absurda al dirigirse a un desconocido). Porque no me sale de los cojones (Priesito es mucho de mencionar la genitalia).

Rapero 1 mira a sus compañeros y duda.
Priesito se pone en tensión y observa a su vez a los que están de pie, que ya se han colocado alrededor del tirador de parada de la puerta.
Priesito se pone en pie.

Rapero 1: Eh, eh, tranquilo, nos bajamos aquí.
Priest: No, aquí no, os bajáis en la parada.

Priesito avanza hacia ellos.

Rapero 1: Dejarlo, tíos, dejarlo.
Priest: No tiréis del puto asa.

El rapero más bajo (Raperín, le llamaremos) y que, por tanto, más tiene que demostrar, se pone de puntillas (¡verídico!) y tira del asa.

Rapero 1: No, no, no.
Rapero 2: Dale, dale.

Raperín continúa tirando y uno de sus lacayos tira del tirador de apertura de puertas de emergencia.
El tren comienza a detenerse pero las puertas no se abren.


Priest: Me cago en Dios, ¿eres gilipollas o qué coño te pasa?
Rapero 1: Tío, ¿que has hecho, que has hecho?
Rapero 2: Ábrelo, joder, ábrelo.

Un segundo hombre se levanta secundando a Priesito.
El tren se detiene pero la puerta continúa cerrada.
Los raperines se ponen muy nerviosos y se azuzan entre ellos.
Rapero 2 parece que se va a hacer pis.

Rapero 1: Eres gilipollas.
Hombre: Pero que hacéis (en estas situaciones son normales las preguntas redundantes).
Rapero 3: Tío, tío, tío.
Priest: Ahora qué, subnormales, ahora qué (aquí ya un poco de sobrao).

Raperín sale corriendo por el vagón y consigue abrir la puerta del otro extremo.
Se lanza fuera y detrás el resto.
Raperín y sus secuaces no tienen en cuenta que han parando el tren al lado de una cuesta de tierra.
Raperín y sus secuaces intentan subirla pero se resbalan y se caen unos encima de otros a lo croqueta.
El Cercanías vuelve a arrancar.
Raperín y sus secuaces suben la montañita cubiertos de tierra y dirigen miradas llenas de miedo al vagón.

Priesito se coloca los puños de la camisa y vuelve a su asiento. Coge el libro y se pone a leer. Algo le hace cosquillas en el labio superior; le ha crecido un fino bigote.

¡Hijos de puta!

17 comentarios:

Ender dijo...

un día de furia, eh? tal y como lo cuentas parece que los chavales pararon el tren porque un perturbado los estaba acojonando.

me he identificado con el raperito que se pone de puntillas.

paca dijo...

El laberinto de la masculinidad transcurre en línea recta...

Un relato corto muy interesante Sr. Priest.

ramonkarlos dijo...

Te están buscando, Ender.

Anónimo triste dijo...

"El laberinto de la masculinidad transcurre en línea recta..."

Menudas bombas sueltas y luego sigues a lo tuyo, como si no hubiese pasado nada.

Estaba yo viendo una serie producida por Spielberg, The Pacific, y me he puesto a pensar que ya no existen esas cosas que había antes para demostrar hombría o cumplir el ritual de paso a la madurez. ¿Si ya no tenemos guerras de asistencia obligatoria ni siquiera mili, qué nos queda? ¿Será por eso que se ha vuelto a poner de moda el bigote en los jóvenes?

Haciendo Amig@s dijo...

http://bit.ly/y4Amw

http://bit.ly/b198S6

Haciendo Amig@s dijo...

http://bit.ly/aNQ4yW

Macarrismo dijo...

Que grande priest jajaja

Superwoobinda dijo...

Pero priest, ¿como que no te cocieron a hostias? Ellos eran tres y aunque tu midas dos metros quince y me lleves un Mjolnir, a la que le das un cabezazo en la tocha a uno ya tienes a dos encima pateandote la boca y arracandote clapas de pelo de tu lacia melena acodicionada.

Vamos, que mas que huir del greñudo y el pureta, me da a mi que corrían como ñinas por la situación en si. Ese canguelo de que les venga el protexa de marras con la porra en ristre, y enganche al aletargado por su camiseta XXL, que por regla de tres, sería el enano, que al ser paticorto hace menos metros en carrera. Con el protocolo de rigor de llevarlo a la caseta para darle un sustito y, con la típica humillación de que tenga su viejo que dejar la caña y el interviu del bareto para ir a buscarlo y lo acabe caneando a bofetones en el primer semáforo de camino a casa.

priest dijo...

Superwoobinda, es totalmente lo que has dicho. Ellos estaban acojonados porque:
a) Eran unos críos de unos ¿16?¿17?
b) De pronto se vieron enmarronados con todo el vagón empezando a mirarles y la posibilidad de que un segurata viniera en cualquier momento.
A mi prácticamente no me hicieron ni caso.

Era una situación muy ridícula y yo era consciente de ello pero a mi el hambre y el sueño me ponen de muy mala hostia y me temía, como pasó, que luego en la siguiente parada estaríamos parados más tiempo del necesario para que un empleado del tren comprobara todo.

priest dijo...

A parte, que los chavales pararon el tren para hacer una pintada en él y eso ME JODE UN HUEVO. Otra cosa es que les saliera todo tan mal que se acojonaran y salieran por patas (con el patético resultado croquetil comentado).

Anónimo dijo...

Priesito deja de acojonar a los niñatos y déjales que pinten los putos vagones

Tereso dijo...

A cada texto suelo otorgar una imagen (generalmente visual) de su autor y a Ud. me lo hubiera imaginado de mil heréticas formas pero nunca con camisa y volviendo en Cercanías tras un arduo día de trabajo en las outskirts. Pensé que los Pegamitas eran funcionarios públicos, burgueses de estrato medio, o pensionistas por incapacidad. Todos salvo aquel que pasó una infancia-adolescencia en las barriadas de Barcelona.

paca dijo...

no hija no, en pegamin hay de todo. una es hija de currito por ejemplo.

materialismo histórico y calimotxo dijo...

Pero, ¿cómo?¿Ud. no nació en Alejandría?

paca dijo...

No, nací de un divertículo en el intestino grueso de su sr. Padre querida.

Dios Pegamín dijo...

Os digo y redigo, oh hijos míos, que todos venís del semen.

Anónimo dijo...

Listo como el hambre