Primero por casarse con un tía que se llamaba Bárbara de Braganza, que hoy en día pasaría por una drag excesiva y cochinota. Segundo porque era un procrastinador nato, una de las características más españolas y pegaminas, un dejado que esquivaba el trabajo y la práctica política como si fueran dagas malayas impregnadas en curare. Tercero porque, a pesar de ser Borbón, su entrega y amor hacia su santa fueron de tal magnitud que, cuándo ella fallece, enloquece -literalmente- y se retira de los fastos y vanidades de lo mundano para acabar recluído, hasta su muerte, apenas un año después de la de su esposa. Todo esto le convierte en un icono de lo comodón, lo falto, lo bizarrete y el hedonismo de segunda regional que gustamos por aquí, claro. Pero, lo que de manera absoluta le convierte en digna figura de nuestro panteón de todo a 0,60 es el intento de expulsar a todos los gitanos de España en el año de Nuestro Señor de 1749, mediante una operación estratégica conocida, como no podia ser de otra manera, con un nombre digno de album de Mortadelo y Filemón: La Gran Redada.
Conocida también como, atentos a la eufonía, Prisión General de Gitanos, ésta persecución dieciochesca tenía, en opinión de algunos exagerados historiógrafos, la finalidad de apresar y "extinguir" a los calorros de los territorios españoles en una operación semisecreta y contundente que supondría una "Solución Final" en toda regla: arresto de todos los gitanos para separarlos inmediatamente después en grupos en razón de edad y sexo: los varones mayores de 7 años irían a trabajos forzados y las mujeres y los niños pequeños a cárceles y fábricas, financiando la operación con los bienes incautados a los detenidos, en un antecendente teórico clarísimo de lo que sucedió dos siglos más tarde con los judíos. Al final, la cosa no pasó a mayores, deteniéndose a unos 10.000 calorros que, entre otras cosas, en algo menos de un lustro, acabó en un indulto generalizado debido a que no daban chapa en las minas, generaban unos gastos enormes y debían dar una matraca considerable cantando sus penas por siguiriyas. Por eso, cuando uno de estos alegres nómadas, que decía Bertín Osborne, ofenda su vista o su oído, atente contra su honor o posesiones o, simplemente, despliegue su folklore atorrante piense que se lo debe y que existe una deuda histórica, payo risión.
viernes, 25 de febrero de 2011
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13 comentarios:
Entonces es por eso! Por la deuda histórica!
Gracias, Julito, por iluminarnos este particular.
Los calorros son una raza superior.
El otro día vino un cliente mío que es calorro, con una barriga criminal, sin lavar y una camiseta de División 250 puesta, el cabrón.
La putada es que no tenía una cámara de fotos a mano, si no me hacía una foto con el con el brazo en alto y os la enseñaba.
Eso si que sería nazbol.
Pensé que ese post de borradores titulado Fernando VI tenía la misma función totémica que la potencial primer entrada de Francisco Ruiz. No conocía yo ese aspecto eliminador de Fernando VI, que pese a ser borbonita, merece un poco (solo un poco) más de aprecio que Fernando VII o el resto de infames monarcas de esa familia, probablemente el lastre mejor conservado de esas épocas mejores de España. Lo de la actitud zíngara como deuda histórica tiene miga, y gracia, que son unos fenómenos esta simpática etnia. Recuerdo aún con risa el día que mi hermano volvió con una cámara marca "Olympia" que le había casi regalado uno de los integrantes de ésta comunidad.
Es que a quién se le ocurre querer eliminar a los gitanos, eso es una tarea que excede cualquier esfuerzo humano, aunque sea maligno,y sólo queda en manos de Dios, el Demonio, o cualquier entidad sobrenatural ultra poderosa.
Después de peak oil, después de la guerra atómica, cuando hasta la mayoría de los mamíferos superiores se hayan extinguido, los gitanos seguirán reproduciéndose sin problemas, para algo son la auténtica raza elegida, que de los judíos no me lo creo, pero de estos sí.
Yo siempre me he sentido mucho mas cercano a los gitanos que a los españoles, y cuanta mas conciencia de la realidad voy cogiendo, a base de leer cosas como el Pegamín y lecturas como el Mein Kampf me voy convenciendo mas y mas.
Yo quise acabar con los que se iban sedentarizando y olvidando su karma errante y conservar en un parque natural en la Provenza a los que seguían fieles al nomadeo.
este rey tenía un polvo
Yo de gitanos no soporto ni a la de azucar moreno (la jamona con cara aceptable que no tengo ni puta idea de como se llama), y eso que me gusta más un chochete que a un tonto una gorra de cuadros.
A mi me pegó el bicho un gitano palafrenero. Creo. Y pinché en Casa Patas en los 90. Y aún recuerdo un par de alterglou de acido con Bertín.
le dedico mi gran éxito en este clip realizado por el mismísimo nicolai chochescu
hombre, si vives en usera conoces a mucho gitano claro
Que se lo digan a tu puta madre
Yo desvirgué a Las Grecas y luego me las zené porque soy muy zenón.
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