Háztelo a la Kerouac pero sin salir del barrio.
Vivir en un turismo es la antesala misma de estar en la Puta Calle. Mientras das vueltas y vueltas para encontrar la postura y un sueño narcótico te invade, el espacio-tiempo se pliega y una andanada de flashforwards ametralla tu deteriorado cerebro: en dos semanas estarás pasando tus vacaciones en un cajero de la Kutxa. Pero eso será en dos semanas: ahora tienes un magnífico turismo vintage, con una acogedora tapicería en simil leopardo, a juego con la peludita funda del volante. Un clásico de las cuatro ruedas que insiste en hacerte el amor con su erecto cambio de marchas, coronado con un estupendo bolón de metacrilato que encierra un bonito diorama playero con dos conchas de chirla, la cáscara de un cangrejo ermitaño, una estrella de mar de plástico naranja y un puñadito de arena de playa, que puede hacerte mucha pupita en el diodeno.
En mi imaginario infantil siempre hay un R-12 rulando por el barrio: ora con dos ciudadanos de etnia romaní vendiendo patatas y ajos, ora una kunda con 6 ChavaleS 6 febriles, metiéndole prisa al chauffeur, ora con un señor que vive ahí y huele mucho a pis y a vino. Puede que vosotros por procedencia, hayáis visto esta situación pero en un Q7. O, por edad, en otro vehículo menos vintage: un Laguna o un Citroen ZX rojo deslucido. El efecto es el mismo: un vehículo que un día albergó a una familia feliz en ruta hacia Altea, o fue testigo silencioso del affaire amoroso del Lolo con la Maite, hoy, deshauciado y con la pintura menos metalizada que nunca, las ventanillas descolgadas, los faros -uno reventado y el otro lleno de agua sucia- y las ruedas pinchadas, varado en un callejón, sirve de habitación, narco-sala, picadero o adosado para una/s persona/s en horas bajas. Tratad bien, por tanto, a vuestra berlina de cabecera porque quién sabe si un día, cuando vosotros os deshagáis de ella por otra con ordenador de a bordo, albergará en su deslucido interior a una familia de personas con la piel color caramelo o a un prometedor ingeniero de telecomunicaciones caído en las garras de la droga, la enfermedad y/o la angustia vital.
viernes, 29 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
21 comentarios:
"¡Ju-li-to, Ju-li-to!" claman sus fans enfervorecidos ante su inesperado comeback.
Un clásico en estos coches es el no tener ruedas y al menos una de sus ventanas hecha con plastico y cinta aislante.
pero usté no acabará así, verdá, donjul?
exigimos justicia para PEGAMIN8000, que figure en la listonta de amicus-inimicus
No, Okupita, yo tengo el riñón bien cubierto.
Pero tú sí.
Molan estas nostalgias a lo Corleone sobre los comienzos humildes. Usté es de los míos. Siempre pensando en la pobre gente desheredada.
Tú ya sabes que los caudillos de los humildes siempre hemos sido gente acomodada: el Subcomandante Marcos, el Che Guevara, tú, yo, Zapatero...los pobres bastante tienen con matarse en el laburo para dar de comer a sus criaturas y pagar el Canal Satélite Digital
Priest: sin ruedas y apoyados en dos o tres ladrillos
Cierto, sin ladrillos el conjunto pierde mucho impacto.
Los hogares del jubilado de titularidad pública son viviendas pegamin?
Ahí tienes tu siguiente post, Paca.
Ah, cabrón, me has pisado lo del barco de Chanquete...el año pasado estuve en La Herradura, en Granda, y Nerja está a 5 km...me dí un paseíto y preguntando a un niño con cara de tolili llegué hasta La Dorada, que ya no está en el mar, sino en tierra, como en esas películas apocalípticas en las que aparece el Queen Mary en medio de un Desierto como el Kalahari
pues a esto me refiero
Más bien esto, quicir
Para lo que he puesto...
El barco de Chanquete, una mierda al lado del Azor, de Franco. Allí lo tienen, en la N1.
No jodas...está plantado ahí, en tierras de Castilla La Nueva???? jolepa...a ver si ponen un día de estos el Mystere al lado de la M-40
Pero también se puede vivir en un vehículo motorizado con clase, oiga. Los yanquis son muy dados a pillar esas furgonetas blancas de sexual predator y serigrafiarlas con motivos a lo Boris, tías bunerroras cabalgando tigres de bengala con hachas y cosas así, y se tunean el interior con sofás cama bien acompañadas de pufs de terciopelo con flecos entorno a una mesita de cristal clenchero, se ponen su moqueta guapa hecha con piel de Gonzo, luces estroboticas de esas de autoejecución al dar un par de palmitas y paredes alcochadas a lo bungalow sixties. Vamos, la vivienda de ese winner que un dia fue capitan del equipo pero tuvo que dejarlo por una lesión injusta, aunque a día de hoy hace más touchdown que nadie, con lap dancers, eso sí.
Por cierto, me acabo de acordar de Homunculus, un manga del mismo de Ichi The Killer, sobre un pavo que es ingeniero y que ha decidido retirarse a vivir con los homeless del parque, durmiendo en su coche, con el que se pajea con el ruido del motor y su perfección mecánica a lo Balard, hasta que un día se lo van a llevar sino paga las multas, sin quedarle otra que aceptar la oferta de un estudiante de medicina que quiere experimentar si las trepanaciones dan poderes sobreanturales, lo cual lo vuelve todo locatis y comienza a ver a la gente como proyecciones de sus mas profundos miedos. Que es un poco lo que le pasa a los usuarios del R12, que acaban como donantes de órganos y con delirums tremens.
Catilla La Vieja, perdone Don Julito, que todavía hay clases. En las duras tierras burgaleas, para ser exactos.
Su dueño pensó en crear todo un complejo turístico con asadores, moteles...¡y furcias!, pero el barco estaba maldito... Ahora está plagado de meotes, pintadas y vidrios.
claro, es que las posesiones de estos sátrapas están malditas, eso lo sabe cualquiera que haya visto tres penículas de miedo
entonces, ya no le okupo, donjul
Pura poesía. Por fin.
Publicar un comentario